lunes, 6 de mayo de 2024

LA CALLE JATIVA, ANTE SU CAMBIO DE PIEL

 


Este es el aspecto que ofrecía la calle Játiva en los últimos años de la década de los veinte del pasado siglo.

La estación del Norte ocupaba su nuevo espacio desde 1917 y en la Avenida de Amalio Gimeno el cine Rex venía ofreciendo sus espectáculos desde 1923, con su inicial nombre de Gran Teatro y sus funciones de ópera. El Luis Vives estaba a la espera de que en los solares próximos se alzaran nuevos edificios que iban a dar modernidad a una de las zonas con más futuro de la ciudad, comunicado a su espalda con la plaza de San Agustín a través del Cobertizo de San Pablo, llamado a desaparecer por su lúgubre aspecto.

Vemos en la foto el Convento de Jerusalén entre la calle con su nombre y la de San Vicente, que había sido fundado en 1500 bajo la custodia de la Orden Franciscana de Gandia.

Desde la Iglesia de San Agustín se estaba en la creencia del proyecto Aymami que iba a comunicar la plaza en una nueva avenida con su final ante el Puente de San José.

La Terraza Imperio aún no le había llegado la hora, de cuando los derribos a espaldas del Gran Teatro, que tomaría su nombre por una gasolinera en la zona, y luego desplazada a la Gran Vía Ramón y Cajal.

Tendrían que pasar tres décadas para que la Finca de Hierro, como palo mayor de la zona, abriera sus alas al viento con una transformación urbana que nos fascina.

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