jueves, 30 de mayo de 2024

CUANDO LA CIUDAD MUTA SU PIEL

 

En la cartografía de finales del siglo XIX ya aparece el proyecto de una nueva avenida de largo trazado con la denominación de Gran Vía Diagonal que desde el río, frente al Colegio de San José, alcanzaba en línea recta el “camino a Madrid” que no era otro y en su perpendicular que la calle de San Vicente. En planos de los años treinta aparece con el nombre de Gran Vía de Ramón y Cajal y no sería hasta los cuarenta cuando como Gran Via Fernando el Catolico comparten sus nombres en el nomenclátor de la ciudad.

Como lugares más emblemáticos y de tiempos muy antiguos, tenemos el Convento de Santa Tecla, en la Roqueta, mientras que el Convento del Socorro se muestra abierto a la calle de Quart.

Sería en la primera década del XX cuando se levantan los primeros edificios en una zona que había sido huerta y que décadas después se transforma en una de las populares Grandes Vías con sus árboles plataneros que procuran buena sombra.

Vemos en la foto el Colegio de Jesus y Maria, antiguo Convento del Socorro de inicios del siglo XVI, en una imagen que tras otras restauraciones se mantendría hasta los años cincuenta, cuando en 1952 y con su derribo, se levanta un nuevo edificio que perdura actualmente, con la desaparición de su torre campanario.

Convento del Socorro creado desde la leyenda, en el que el Arzobispo Tomás de Villanueva, su fundador, mantiene su especial relevancia basada en la costumbre de ser el lugar donde en ocasión de un nuevo prelado, éste pernocta en la primera noche de su llegada a la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario