¿ QUIÉN ERA BALTASAR SETTIER ?

 

“La Real Sociedad Económica de Valencia ha premiado a don Baltasar Settier con el lema de: Fábrica de sombreros protegida y premiada por la Real Sociedad, por la perfección a que camina”. Madrid 1831.

“Son muy recomendables por la finura, igualdad y consistencia del tejido, por el buen material empleado y su preparación, por la elegancia y variedad de las formas, y el delicado gusto de las esterillas, calados, cintas y demás ornatos. En consideración a estos adelantos, la Junta le propone para la medalla de plata” Exposición Pública de 1850 en Madrid.

¿Pero quien era Baltasar Settier?. Era un humilde comerciante que llegó a Valencia a principios de siglo, del XIX. Desde los años veinte contó con una sencilla sombrerería. Esta sombrerería debió aportarle tales beneficios, que en los años cuarenta ya hizo fábrica. La producción era tan extensa que en los cincuenta la fábrica se extendía desde los números 7, 9 y 11 de la calle San Vicente Mártir hasta el otro lado de la calle Fornals, calle actualmente desaparecida, actual calle de San Ramón, que como curiosidad, así se denominaba por la existencia de hornos, fraguas y fogones, que empleaban los distintos profesionales que se dedicaban a la alfarería. 

Pagaba contribución por tienda de sombreros, fábrica de fieltros, sombreros de paja y por sombreros para la Guardia Civil.

Propietario con setenta operarios fijos, cien eventuales que se ocupaban de recoger la paja y despuntarla, y otras cien muchachas que trabajaban en sus casas, que eran las que confeccionaban la esterilla.

Era un hombre infatigable, muy activo, y siempre dispuesto para acudir a cuantos trabajos reclamaran la conveniencia o la caridad pública. Su afán de progreso era constante y rápidamente metió máquinas para facilitar la producción. De ello se encargó su hijo José María, cuando se desplazó a la Toscana, trayendo planos de máquinas que luego se construían aquí.

Su prosperidad tuvo traslado al ámbito social y político. En 1942 ingresó en la Sociedad Económica, y después dos de sus hijos, Baltasar y José María años más tarde, en 1857. El padre llegó a presidir la comisión de industria y el hijo José María llegaría a secretario y tesorero.

Texto de Amparo Zalve