Esta vez nos vamos a la calle Quart del principio de los años sesenta. Una calle que al girar a la izquierda de la calle de la Bolsería nos hace atravesar las Torres de Quart para llegar a San José de la Montaña.
En esta fotografía estamos en el distrito número 7, el del Botánico. Al fondo, la grandiosidad de las torres interrumpida por los edificios de la época a ambos lados. Aparece por el lado derecho el tranvía de la línea 5, perteneciente a la serie 400, el que tiene las puertas solo en el lado izquierdo, porque todas las paradas se hacen en isletas centrales. Es el de circunvalación que lleva dos direcciones, que vendría desde Colón y Játiva para llegar a Blanquerías.
Supongamos que recorremos ese pequeño tramo tal y como se ve. Los número pares se sitúan a la izquierda en la fotografía, como los impares a la derecha.
Pepe necesitaba comprarse sus Celtas cortos, optó por cruzar la calle Guillén de Castro, y en la esquina, en el número 67, entró en la expendiduría de tabacos número 31, al salir se recreó en el escaparate del 69, porque le llamó la atención las fotografías de un reportaje fotográfico, parece que de un viaje a Roma, dispuestas sobre unas telas con las franjas de la bandera italiana. El otro bajo lo ocupaba una sucursal de la ferretería Gil. Al llegar a la esquina de la calle Doctor Monserrat, en el bajo de un edificio estupendo, el toldo anuncia la tienda de comestibles de Pedro Monzón. La huevería ya estaría más adelante, en el 83, aunque hasta llegar a ella, ese pequeño tramo destilaba el aroma del cordel proveniente de los sacos del 75 y de la cordelería Llavata del 77.
Vicenta tenía que recoger una prenda de la tintorería Soto, la del número 66, por lo que teniendo cuidado de no ser atropellada por alguna de las Vespas que hacían acopio de las calles, cruzó Guillén de Castro para pasar por el Banco de Bilbao, la urbana C, en el 64, y justo al lado, en el 66 entró a la paquetería de Antonia por ver si tenía los botones nacarados cuadrados que había visto en una blusa de la revista Burda. Al salir también captó el aroma del cordel, por la cordelería del 68, que a la vez quedaba ensombrecida por la de los curtidos del 70.
La furgoneta por si misma , por sus anuncios, indica la década a la que pertenece la fotografía: Mistol y lejía Guerrero, la que invitaba a lavar a la señora y al caballero.
Nostalgia ¿Verdad?
Texto de Amparo Zalve
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