domingo, 1 de octubre de 2023

UN KIOSKO PARA LA PLAZA

En 1954 la plaza del Caudillo se había convertido en centro de tránsito y actividad comercial. Una plaza con dos alturas, barandillas y escaleras, unas cuantas fuentes sobre la plataforma de la “Tortada” y un recargado alumbrado público.

La construcción de grandes edificios levantados hacía unos cuantos años en la anterior plaza Castelar dio lugar a la implantación de nuevos comercios en sus bajos.

Parece que el paso de una motocicleta con sidecar da lugar a la fotografía, mereciendo el interés de todo el que pasaba. Tiempos en que las primeras Vespas con sidecar causaban furor, aunque esta no se parece a la marca.

Una agrupación de hombres a los pies del edificio Adriática, o Torrefiel como otros le llamaban, porque los dos tenían sentido. Lo de Adriática por encontrarse en él la sede de la aseguradora, tal y como se lee sobre el entresuelo, y Torrefiel porque su promotor fue el conde de Torrefiel. Es bonito recordar que este edificio se construyó en el solar que había dejado el palacio del Marqués de Jura Real. Si nos fijamos en su fachada hasta parece que el arquitecto quiso dejar en su recuerdo el anterior mediante unas columnas en su parte baja del estilo de las que se situaban en las puertas del Jura Real.


A partir del piso primero estaba el Hotel Venecia, que por el lugar de emplazamiento le hacía la competencia a su igual, el Hotel Fonda España, situado a la otra parte de la plaza.

En el mismo chaflán de ese edificio y casi siempre oculto por sus grandes toldos amarillos se emplazaba el Kiosko Moderno, con sus abigarrados expositores que reclamaban la atención de todo el que pasaba. Y así era, la imagen del asaltador del periódico con su vocerío: ¡Extra del día! la que se iba agotando porque Valencia ya tenía sus kioskos con la prensa más actual tanto nacional como extranjera. Tebeos, postales, guías de viajes, barajas de Heraclio Fournier vendía la familia Sanchis desde principio de los años 30, donde Manolo y su hermano José convirtieron un kiosko de Valencia en uno de los mejores de España. Los periódicos llegaban a la Estación del Norte y los hermanos se levantaban pronto para recogerlos y llevarlos a mano hasta el chaflán de la calle En Llop. Al quedarse huérfano el negocio, se hizo cargo la tía Felicitas, y después la hija del primer propietario. Más de cuarenta años de negocio familiar, el de los Sanchis, hasta que pasó a otros propietarios, dando fin en las Navidades del 2016.

¿Qué noticias serían las más buscadas para los valencianos en los periódicos ese año de 1954? Pudiera ser la de que el Valencia se proclamara por tercera vez campeón de la Copa al vencer al Barça (3-0) en Madrid, o la controversia que había creado la Falla de Dalí, o quizás el interés cultural que levantaba la inauguración del Museo Nacional de Cerámica tras la Rehabilitación del palacio Marqués de Dos Aguas.

Texto de Amparo Zalve

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