sábado, 23 de septiembre de 2023

CALLE DE LAS BARCAS

 


Era la segunda década del siglo XX, cuando esta calle, la de las Barcas aún estaba con el ir y venir de su nomenclatura. Una calle que fue la única que respetó su nombre en el desaparecido barrio de pescadores, y como suele ser de costumbre, según lleguen unos o lleguen otros, van y lo cambian.

El barrio de calafateadores y pescadores, y después el "bordell" de Valencia, fue asolado en 1907. Todas las calles que formaban sus casas desparecieron con sus nomenclaturas y la única que permaneció intacta por su nombre fue la calle de las Barcas, pero todavía antes ya se le cambió a calle Pintor Sorolla en el 1900, recuperándolo en 1907, pero a lo pobre, quitándole un tramo y dejando su sitio desde la plaza Emilio Castelar hasta la calle Pascual y Genís. Posteriormente, durante unos años fue Alonso Corts, y durante la Guerra Civil Periodista Sirval. Al acabar la guerra en el 39 definitivamente le llega la paz, y esperemos que para siempre.

Pues nos paseamos por ella. Ni que decir tiene que a su entrada destacan en medio de la calle empedrada, y entre dos vías de tranvía, unas altas farolas que además de adorno, iluminaban la calle junto a otras más pequeñas que se disponían con poca distancia entre ellas a ambos lados de la calle. 

Coches pocos habían, y los que pasaban se combinaban con carros de transporte, tal y como sucede en el momento. Tres grandes bidones de vino para algunos bares, porque el vino se servía a granel.

Se había convertido en la zona financiera de la ciudad. La zona de la derecha, la de los números pares, la ocupaban grandes edificios con fachada a varias calles, coincidiendo a la calle Correos. El edificio Ernesto Ferrer de 1913, a continuación el Hotel Reina Victoria, inaugurado también en 1913, y en su chaflán con la calle Pérez Pujol el Banco Español del Río de la Plata. Continuando en la misma línea de calle, en 1925, un precioso edificio con fachada a Pascual y Genís, propiedad del Banco Hispano Americano. Diré que unos cuantos años más tarde de la fotografía, y aún con el edificio en pie, se rescató una parte del monumento a Sorolla devastado por la riada del 57, instalándose como portada de dicho edificio.

Caminando por la parte izquierda, la de los impares, del 1898 es el Hotel Fonda España, gran referente de la época, y siguiendo la línea bajo toldos continúan edificios de uso particular, albergando al llegar al número 9 en su planta baja el Salón Novedades, donde habían espectáculos de variedades y cinematógrafo. Ya estaba ahí desde 1898 en el bajo izquierdo del edificio.

La farmacia la Morera se acababa de trasladar a su nueva ubicación, al número 13, del 1926, dejando su anterior lugar para que después de su derribo llegara el Banco de Valencia. Ni las paredes de su rebotica pudieron volver a contar las palabras que allí se decían en las reuniones a las que acudía Ramón y Cajal en su época de catedrático de la Facultad de Medicina de Valencia.

Y por último, el Teatro Principal finaliza la calle, con el número 15.

Texto de Amparo Zalve

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