miércoles, 12 de julio de 2023

LAS VELETAS DE LA PLAZA DEL MERCADO

 

Una fotografía puede ser representativa de un elemento del que apenas nos damos cuenta porque desconocemos su procedencia o porque apenas nos llega la vista para alcanzarlo.

Cuando escuchamos la palabra veleta la relacionamos con una manera ancestral de saber la dirección que decide Eolo para organizar el viento, pero sin reflexionar en sus características, en su ornamentación, el saber el porqué es de esta forma y no de otra donde se puso.

Esta misma fotografía tomada desde un lugar elevado en la Plaza del Mercado vislumbra entre sus tejados cuatro veletas de ciertas construcciones y cada una con sus características diferenciadas.

Por aquellos de los simbolismos, la figura más representada es el gallo. Aunque no lo parezca, la primera piedra fue a través de la Iglesia. Se dice que la razón estaba por la negación de tres veces a Jesús por San Pedro antes de que el gallo cantara. Y llegado el siglo IX, por orden del Papa, se empezó a poner el gallo por los campanarios. Es creíble, pero todavía estoy esperando saber que tendría que ver la manteca con el cacao.

Con el tiempo ya no se hizo caso a la recomendación Papal y cada cual la ponía según su antojo, pero siempre tiene un porqué, como casi todo en esta vida.


Si curiosas son las historias de las cuatro veletas que miran la Plaza del Mercado, una de ellas para mi es la más de las demás. Se trata de la que se ve más alejada, la de La Real Parroquia de los Santos Juanes. Verdad o leyenda , algo más leyenda, sucedió así: San Juan Evangelista, por ejercer la predicación, fue desterrado a la isla desierta de Patmos, viviendo en soledad humana, con la única compañía de un águila. Durante ese destierro escribió el Apocalipsis apoyándose en las alas del ave, y la misma con sus garras y su fornido pico sujetaba el tintero. El hecho es que como representación de la iglesia que lleva el nombre de los Santos hay que aprenderse el porqué de su veleta. La otra leyenda quien quiera que se la crea, que mire el tintero cuando el sol lo haga brillar y que se quede como el mismo pardal que lo porta, a ver si se hace rico (El Pardal de Sant Joan ya tiene más entradas en este blog).



Las historias que cuentan las otras veletas ya son más conocidas. La Cotorra arriba de la zona de huerta del Mercado Central y el Pescado sobre la de la pescadería. Que si el romance entre la Cotorra y el más anciano Pardal, que si a la Cotorra le va el cotilleo (lleva haciéndolo desde 1928) y en el Mercado hay mucho, se lo debe pasar “pipa”, que si llegará el momento en que la Cotorra pueda conocer a su pretendiente, porque solo lo escucha ya que la cabeza mira hacia abajo. Esperan en alguna reforma poderse mirar a los ojos.


De la veleta de la Llotgeta que llegó a la par con la Cotorra poco tengo que decir, se ve que como no llevaba leyenda a cuestas no se habla de porqué es un dragón y no otra cosa. Lo que si se puede apuntar es que está sobre un bonito pináculo alargado y estrecho de hierro y cristal.

Texto de Amparo Zalve

1 comentario:

  1. La famosa " Cotorra del Mercat" y también " El Pardal de Sant Joan", ubicado en lo alto de la Iglesia de Los Santos Juanes, también conocida como la Iglesia " Dels Pillos" según tengo entendido por mi padre ( Q.E.P.D). Típicas veletas de nuestra Plaza del Mercado Central.

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