domingo, 16 de julio de 2023

EL VENDEDOR DE HIELO

TIPOS Y OFICIOS


Transporte de hielo para su venta. Foto autor desconocido, ca 1940. Remember-València, pg. 1767.

Otro de los tipos de mi época infantil era el vendedor de hielo, no olvidemos que hace unos 65 años la gente que tenía nevera se entendía que era de hielo, es decir una especie de armarito de madera con patas y con aislamiento de corcho, en cuyo interior cabía como un cuarto de la típica barra de hielo que se vendía en sus fábricas. Cerca de mi casa a cosa de una manzana y media tenía dos y de ellas salían vendedores ambulantes, que las transportaban, como no, en un carrito para su venta por las calles de los alrededores.

Los vendedores ambulantes solían hacer circuitos fijos, todas las mañanas de verano acudían a sus clientes, vecinos y los bares del barrio a los que para sus grandes heladeras de horchata, de café helado y de leche merengada les dejaban varias barras de hielo, era un buen negocio hasta que se electrificaron las heladoras en los bares sobre 1955-60.

El trozo de hielo de uso habitual doméstico era de un cuarto de la barra, que no sé por qué no era rectangular, es decir tenía una parte algo más estrecha arriba y otra mayor bajo, lo que motivaba que todos queríamos el cuarto más ancho, ya que el precio era el mismo por cada cuarto.

Por otra parte a las pocas neveras eléctricas que había en esos años se las solía llamar “Frigidaires” y no funcionaban con el sistema actual de motor, creo recordar que era algo parecido al de las desaparecidas neveras accionadas por gas butano, que mantenían un punto permanente de calor.

El vendedor cortaba la barra que se empezaba siempre por la parte ancha para no discutir, y con un gancho de hierro iba acercando la barra para cada corte, que se hacía con una especie de sierra de hierro a base de un par de golpes. Solíamos recoger el trozo de hielo con un pozal y nada más llegar a casa se metía en la nevera justo sobre una espiral por la que pasaba el agua que llenaba un depósito y así a través de un grifo disfrutar de agua fresca en verano. En otro departamento metíamos la carne, el pescado o la fruta hasta la noche en que ya iba fallando el frío, ya casi se había licuado el cuarto de barra.

En resumen cada día un cuarto de barra o no había agua fresca. Y además había que vaciar el agua del deshielo y teníamos que llenar el depósito del agua de beber.

Texto de Enrique Goñi Igual

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