Con mi agradecimiento a Toni Lázaro
Desde el año 1953 y desde la plaza de la Virgen, en esta foto sobre los años cincuenta ya avanzados, se divisaba el segundo torreón del Palau de la Generalitat, por entonces en otras funciones administrativas, después de una importante remodelación y ampliación del mismo, que en su ocasión daría lugar a la plaza que hasta los años sesenta se conocía como del Poeta Liern y hasta nuestros días de Manises, en recuerdo de los Barones de Manises con su casa solariega en la plaza.
Los tranvías y en su recorrido a través de la calle Caballeros se adentran en la plaza de la Virgen, observando a la izquierda, tras el derribo de la anterior edificación, el solar donde se iban a construir nuevas viviendas para ofrecer a la plaza un frente urbano que con un toque de modernidad estaba llamado a ennoblecer la zona, que afortunadamente sería mantenido en las nuevas edificaciones de la plaza de la Virgen.
La fuente central de la plaza, ya deteriorada, invitaba a la instalación de una nueva, para lo que tenían que pasar alguna década.
Y con todo, lo más placentero de la fotografía es la contemplación de sus protagonistas. Dos infantes a la costumbre de entonces: “Cuando los niños llevaban ropa de domingo”.
Con seguridad acompañaban a sus padres a la misa dominical, bien en la Basílica de la Virgen o en la Seo. Y en su recorrido por la plaza tuvieron la feliz ocurrencia de acercarse a la central taza de piedra para refrescarse las manos, o para recibir el frescor de los surtidores, los frontales a los que aparecen en la imagen.
Sus padres alzaron su máquina fotográfica y con un clic captaron para el recuerdo su paseo del mediodía.
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