Una única historia para dos grandes películas: Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Las novelas y comedias melodramáticas han sido siempre de mucho interés popular, logrando un gran impacto en todos los espectáculos durante el siglo XlX, especialmente en sus últimas décades y también durante buena parte del siglo pasado, abundando en los aspectos que cubrían primitivas historias plasmadas en revistas, en prensa y por supuesto en la novela, dando pie a la elaboración de interesantes libretos representados en escenarios teatrales. Superados los primeros pasos de la cinematografía, que sirvieron como presentación de una nueva técnica de divulgación y de mayor alcance al público, ya que el cine debido a su moderna y mejorada técnica ofrecía grandes espectáculos, su camino hacia adelante obligó a buscar variadas historias para su conversión en guiones cinematográficos dispuestos para atender la insaciable necesidad de producir películas que demandaba un público que emergía fascinado por la magia del cine.
Desde los inicios los argumentos se fundamentaron en sencillos seriales melodramáticos de fácil representación en miles de pantallas distribuidas por medio mundo.
Las novelas de Blasco Ibáñez gravitan sobre relatos profundos, genuinos, melodramas con fuerte carga de acción, además de sobrada y fornida carga sentimental, capaces de ser asimilados fácilmente por gran parte de su público; literatura muy propia de proporcionar guiones cinematográficos de fácil actuación, muy al gusto popular. Blasco Ibáñez con su novela Los cuatro Jinetes del Apocalipsis, publicada en 1916 en plena primera guerra mundial, supo relatar un interesante y trágico drama de alcance multinacional, capaz de cautivar y obligar a la gran industria de Hollywood a montar dos diferentes producciones cinematográficas.
Mediante Los cuatro Jinetes del Apocalipsis a Blasco Ibáñez le llegó el triunfo y la fama. Un fortuito encuentro con una traductora americana que había conocido en Argentina, Mrs. Charlotte Browser Jordan, le pidió permiso para traducir al inglés la novela bélica comprándole sus derechos de autor para U.S.A. Blasco acepta encantado, pensando en que sirve a la causa aliada. En pocos meses la editorial americana Dutton mediante varias ediciones alcanza una tirada millonaria y de paso le proporciona mucha popularidad en el continente americano, además de cuantiosos ingresos.
Después de un corto periodo de reposo decide embarcar desde Francia a América a propuesta de la editorial Dutton. Una vez allí va recorriendo el país, dando conferencias en todas las ciudades desde el Este hasta California, en universidades, en iglesias, sinagogas, así como ante cualquier sociedad que se presente. Las conferencias las ofrece en español con la ayuda de traductor y fue tanto el éxito que en Hollywood lo reclaman para que firme contrato para llevar a la pantalla la que será The four horsemen of the Apocalypse con la Metro Pictures Corporation.
Blasco ya conoce la forma de trabajar el cine en Hollywood, como una gran industria con todo el mundo especializado con grandes estudios, disponiendo de los medios técnicos a su alcance, y reconoce que el cine europeo que hace pocos años acaba de pasar una guerra, no puede competir con ellos. Pero pronto se adaptó a la forma de firmar los contratos exigiendo un 10% de lo recaudado en taquilla, al final recibió 170.000 dólares. Como detalle, esta primera película que costó a la Metro 800.000 dólares, proporcionándole una recaudación total de cuatro millones. Queda añadir que no sólo recibió retribuciones económicas, ya que recibió honores académicos, toda vez que fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Washington el 25 de marzo de 1920, y más tarde es recibido en el Parlamento de la Nación, donde recibe un homenaje ensalzando sus valores republicanos tan importantes para la causa aliada.
La acción se enmarca entre dos familias argentinas, los Desmayes de ascendencia francesa y los Von Hartrott de procedencia alemana. Ambas familias provienen por línea materna de un terrateniente español afincado en Argentina, don Julio Madariaga. A la muerte de don Julio las dos ramas familiares deciden trasladar a sus familias y empezar nuevas vidas en Europa, sin tener en cuenta que muy pronto sus dos países se verían envueltos en una terrible confrontación sin parangón alguno, en la cual las dos familias se verán combatiendo en lados opuestos de la terrible Guerra Mundial. Blasco apoya la causa de Triple Entente frente a las potencias de los países centrales, en especial Alemania, por considerar que este país deseaba esa guerra.
La versión traducida al inglés de Los Cuatro jinetes del Apocalipsis fue el libro más vendido en Estados Unidos y países vencedores. Incluso se llegó a publicar, como leyenda o más bien publicidad, que en algún lugar había superado las ventas de la Santa Biblia.
En cuanto al relato que es único para las dos películas, cada una se diferencia en su ubicación, los hábitos y adelantos técnicos, así como de los representación. Cuarenta años entre las dos entregas, suponen dos universos muy diferentes.
La misma historia pero ambientada en el tiempo de su producción, la primera rodada en 1921 y relatada en plena Primera Guerra Mundial (1914-1919) rodada en blanco y negro y cine silente o mudo. La segunda versión rodada en 1962, aquí el relato se enmarca durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1946) producida en Tecnicolor Cinemascope.
PRIMERA VERSIÓN
Los cuatro jinetes del Apocalipsis, 1921
Título original: The Four Horsemen of the Apocalypse
Dirección: Rex Ingram. Guion: June Mathais sobre novela de Vicente Blasco Ibáñez.
Protagonistas: Rudolfo Valentino, Pomeroy Cannon, Josef Swickard, Bridgetta Clark, Virginia Warwick, Alan Hale, Mabe Van Biren Suuart Holmes, Wallace Beery, John St. Polis.
Compañía: Metro Pictures Cor. U.S.A:
Fotografía: John F. Seitz (Blanco y Negro)
Película: Silente
Duración: 134 minutos.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis, 1962
Título original: The Four Horsemen of the Apocalypse
Dirección: Vicente Minnilli
Guión: John Gay, Robert Ardrey, novela de Vicente Blasco Ibáñez
Musica: Andre Previn
Fotografía: Milton Krasner
Protagonistas: Glen Ford, Ingrid Thulin, Charles Boyer, Paul Lukas,Barlheinz böhn, Lee J. Coob, Yvette Minieux, Kathyn Givey, Paul Henred, Marce Hillaire
Compañía: Metro-Goldwyn-Mayer, Moctezuma Films
Duración: 153 minutos.
Técnica: Techmicolor-Cinemascope
Texto de Miguel Tejedor
*VALENCIA VIVE EL CINE
(continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario