Archivo Municipal
Este es el aspecto que presentaba la plaza Redonda durante décadas, una vez que a partir de 1916 fue cubierta por el presente umbráculo de madera que daba protección a los puestos móviles de venta que desde lugares cercanos, donde estos se alojaban, eran trasladados para ejercer durante unas horas la función de mercado, con una oferta de artículos variados que si bien se mantenían firmes los días entre semana, siempre relacionados con la indumentaria y prendas del hogar, llegado el domingo resultaban ser más de articulos de entretenimiento, con la venta de libros, revistas, sellos y objetos de colección.
Los puestos de venta sobre carromatos que dormían en antiguas posadas muy próximas, eran trasladados a mano hasta la plaza Redonda, que pasaron a ser fijos en la década de los setenta y hasta su última restauración del año 2012, cuando tomó su actual aspecto.
Atrás habían quedado los puntos de venta como “Mercado de Aves” sin protección alguna en el centro de la plaza circular, mientras que en los bajos encontraban cobijo establecimientos de confección y productos de barro, como pucheros y botijos, mezclados entre horchaterías y chocolaterías.
Entrañable Plaza Redonda que desde mediados del siglo XIX se corresponde con uno de los lugares más concurridos por quienes nos visitan, o como lugar de encuentro e inicio de un recorrido por nuestra ciudad.
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