Observamos un primer plano de la Plaza del Miguelete con la vía del tranvía que enfila la calle con el mismo nombre, tras dejar atrás la calle Campaneros, ya desaparecida.
La escuraeta cumple su misión a pie de la puerta barroca de la Seo, con su verja de hierros, al tiempo que se pierde por la calle Bordadores, mientras los caminantes, cada uno a la suyo, dan vida a la plaza.
De los edificios tan solo nos queda el que hace esquina a la que fue calle Zaragoza y el del fondo, con su establecimiento de tintes.
Los primeros a la izquierda desaparecieron con la ampliación de la plaza de la Reina para una mejor visibilidad de la Catedral con su torre campanario del Micalet.
Del edificio del Relojero sólo permanece en la actualidad el deseo que ya de una vez el viejo proyecto de su restauración deje de ser una promesa incumplida, hasta que llegue el día que ennoblezca uno de los rincones más entrañables de la ciudad.
La torre de San Nicolás al fondo llama a su visita de todos los lunes, en una tradición que aún perdura.
El primer bajo que observamos en la calle Micalet se corresponde con el lugar que había ocupado la peluquería de Pau Carsí -en el periodo de la foto ocupado por Miguel Torres, material eléctrico- un personaje que durante gran parte del siglo XIX escribió su particular dietari: “Cosas particulares, usos y costumbres de la ciudad de Valencia” (1800-1873), cuyo estudio y transcripción estuvo a cargo de Rafael Solaz en una magnífica edición de 2011.
Pau Carsi, con su peculiar estilo, dejó en sus anotaciones sobre el papel cómo era la Valencia de aquel siglo convulso, detallando toda clase de singularidades:
"el manuscrito comienza por los modos de hablar de los valencianos y los diversos tratamientos a las personas de más rango. Le sigue el interesante apartado sobre indumentaria o, como dice, el modo de vestir de las mujeres y los hombres, con alguna que otra curiosidad como la ventanilla en la cotilla de las mujeres, hecha para sacar por el ella el mugrón de la teta y dar de mamar a sus hijos, o la descripción de la bragueta en el pantalón de hombre, justificando que esto era para mear. La instalación del gas en la ciudad, el empedrado de las calles, la depilación en las mujeres, la horca, las noticias de la Valencia más profunda, la mágica o superticiosa, el Baratillo o Encant, el comercio del cacahuete, la instalación de las primeras fuentes públicas, las epidemias del cólera, algunas fiestas, los uniformes municipales o el derribo de los cementerios parroquiales, entra otras noticias de interés." (a)
Una lectura obligada para el mejor conocimiento de aquellas décadas.
(a) Del estudio realizado por Rafael Solaz Albert
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