domingo, 12 de febrero de 2023

VICENTE BLASCO IBÁÑEZ Y EL CINE - I

 

VALENCIA de CINE


Con esta sutil sentencia dejó muy claro don Vicente, su importante recorrido por la industria cinematográfica: 

"Puede uno, gracias al cinematógrafo, ser aplaudido en la misma noche en todas las regiones del globo... esto es tentador y conseguirlo, representaría la conquista más enorme y victoriosa que puede coronar una existencia".

El cine fue para Blasco el sólido armazón que le facilitó fama y prestigioso reconocimiento mundial. Blasco manifestó las posibilidades que le ofrecía el cine al comprobar cómo este nuevo invento ocupaba en todo el mundo un lugar hegemónico y privilegiado para consumir el tiempo dedicado al ocio y entretenimiento de la moderna civilización postindustrial. 

El interés y el entusiasmo de Blasco por el cine fue de tal intensidad que llegó a participar de forma directa en numerosas películas que se rodaron basadas en su obra literaria. Lo hizo desde diferentes posiciones, en alguna de ellas fue el productor, en otras, guionista o director, pero en todas aquellas donde contribuyó en su elaboración, participó, por supuesto, imponiendo su opinión. Fue una lástima que no encontrara un papel donde poder encuadrase como actor, podemos estar seguros que lo hubiera bordado.

La primera incursión en este nuevo arte de la narrativa de Blasco lo aporta una producción de la valenciana casa Cuesta, que se cargó de convertir en película su conocido cuento valenciano: “Demonio,” que se rodó bajo el título de El tonto de la huerta (1913).

Con la producción de ésta película de hace un siglo se originó el punto de partida de la eficaz y cabal trayectoria de Blasco Ibáñez en el mundo del cine. Como creativo voraz, veía en el cine una rápida forma de rentabilizar y popularizar su obra literaria. Puesto a ello, Blasco, siempre pensando en los ingresos, no tardó en poner en marcha una nueva producción en 1914, lo hizo con su popular novela Entre Naranjos, bajo la dirección de Alberto Marro, pero para ello cuidó de adjudicarse para él, las funciones de codirector y el control de ventas.

Algunas obras de Blasco Ibáñez han sido objeto de su adaptación al cine, aprovechando la capacidad literaria del autor valenciano para el melodrama y el folletín, muy al gusto del cine español o del hispanoamericano, pero también del agrado del norteamericano y por ello, la gran productora Metro Goldwym Mayer apostó por la obra de Blasco.

La importante productora norteamericana, sin lugar a dudas, fue la responsable de su excepcional fama universal. El interés de la Metro por la obra del autor valenciano en los Estados Unidos fue tal que entre otros importantes honores fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad George Washington.

(continuará) 

Texto de Miguel Tejedor 
*VALENCIA VIVE EL CINE

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