EL CARBONERO

TIPOS Y OFICIOS

Foto Laurent, 1870. Colección Diaz Prosper

En una foto de 1870, del conocido fotógrafo francés Laurent, nos encontramos con un vendedor ambulante, uno de los más importantes para las mujeres de nuestros abuelos, el del carbón para cocinar.

En esa época únicamente había dos posibilidades para cocinar: la leña y el carbón, y está claro que la primera era casi exclusiva de los horneros para la fabricación del pan, ya sé que también una buena olla se podía hacer en un hogar o chimenea, pero estas quedaban constreñidas a las plantas bajas.

En la foto tenemos al carbonero con su carrito cargado de carbón, su báscula para pesarlo, y si hiciese falta un algún capazo para subírselo a la clienta.

En los pisos el fuego para cocinar se encendía en un hornillo situado en el banco de la cocina y así fue la cosa hasta que llegó el gas a los domicilios a finales del siglo XIX,  pero era más caro que el carbón, aunque mucho más limpio y poco a poco fue ganando terreno hasta que avanzada las segunda mitad del siglo XX, comenzó la electricidad a ser el combustible doméstico de moda, y que por ahora parece el elegido para nuestras cocinas por limpieza y comodidad.

Incluso los que tenemos cierta edad ya apenas hemos podido ver algún carbonero ambulante ya que la red de carbonerías disponibles en la posguerra era francamente muy amplia y bien surtida, pero fue derrotada en pocos años por los hornillos de petróleo de relativa corta vida, vino más tarde el butano que se hizo con su negocio. Hoy la cocina la domina la electricidad y queda una corta reserva de uso del gas natural y otra reserva cada vez menor que utiliza gas butano.

Texto de Enrique Goñi Igual