sábado, 24 de diciembre de 2022

EL TRIUNFO. LOS CINES DE VALENCIA


C/ Muñiz y Hernández de Alba, 6

Apertura: 6 de julio de 1959

Cese: 19 de mayo de 1985

Aforo 1. 400 localidades. 900 butacas, 500 general.

Rango de programación: reestreno selecto.

La zona del entorno que baña el mar Mediterráneo en Valencia siempre ha sido muy proclive a disfrutar del gran espectáculo que siempre ha sido el cine. No es extraño pues, que ciertos empresarios se interesaran en levantar salas de cine en la zona del Grao y su importante puerto.

Es por esta especial cinemanía de los habitantes de este barrio, que el empresario Juan Company Ortolá decidiera instalar en esa zona un nuevo y gran cine; para ello encargo el proyecto a uno de los más destacados de Valencia. Emilio Artal Fos proyectó en una sencilla y corta calle y a tan solo 200 metros de la gran avenida que conecta Valencia con su puerto una gran nueva sala de proyecciones, decorada con todos los refinamientos que aporto el profesor y catedrático de arte Francisco Sebastián Rodríguez.

Después de más de veinte años consecutivos el cine Triunfo suministrando sesiones dobles de cine a su público, por sus pantallas, habían pasado del orden de 2.000 diferentes títulos, acompañados siempre por el obligatorio No-Do y algunos complementos. El Triunfo con sus butacas, sus proyectores, servicios, personal, incluso sus responsables se encontraban exhaustos de tantos triunfos y decidieron tirar la tolla. Los responsables del cine Triunfo por agotamiento y por influencia de las nuevas tendencias que se apreciaba en el público decidieron traspasar el negocio.


Pero una nueva y esmerada etapa abre al ya veterano cine vecino del chalet-palacete de Ayora. Un experto en la explotación de salas de cine toma las riendas; se trata de Vicente Gil Molina, empresario conocedor del negocio como el que más y con capacidad de ser un experto en reflotar y adecuar salas y terrazas de cine en numerosas poblaciones de la Comunidad Valenciana. 

Gil Molina, emprendió una remodelación básica del Triunfo, adecentó sus instalaciones, lavó la cara de un cine agotado por el uso, se repusieron y repararon los proyectores con equipos al día, se ajustaron los equipos de sonido, así como las butacas que se arreglaron buscando algo más de confort, y cuidó, con esmero, la programación con el fin de tratar de acercar de nuevo los clientes que anteriores años dispuso esta sala próxima al camino del Grao. La familia Gil, son expertos conocedores del mundo de la exhibición, detectan que el tamaño de la sala les impedía hacer mayor caja y que el amplio local del Triunfo, les iba a permitir ampliar la oferta duplicando sus posibilidades de programación. 

Unas salas más pequeñas les permitirían doblar clientes, sin embargo los gastos son prácticamente los mismos. Con estas premisas la familia Gil, encarga en abril de 1995 a los arquitectos Alejandro Pons y José Manuel Rodríguez, la redacción del proyecto 343 de trasformación del amplio salón del Triunfo en dos diferentes salas que pasarán a ser bautizadas como TRIUNFO A y TRIUNFO B. 

Estos dos aplicados arquitectos lograron, efectuando esmerados cálculos en la planta del veterano Triunfo, encajar dos excelentes salas de cine en el mismo lugar que durante muchos años tan solo funcionó una. En lo que fue antiguo patio de butacas se acopló el Triunfo A, para ello se rectificó la forma de su distribución, logrando una superficie útil para adecuar cómodamente 916 espectadores y sobre esta, en lugar de la antigua general, se alzó un nuevo y adecuado forjado para ubicar el Triunfo B, con un diseño muy ajustado a la moda del momento, que permitió un aforo de 700 cómodas butacas. 

Esta importante reforma arquitectónica fue complementada con la total renovación de equipos cinematográficos. Con estas dos nuevas salas Vicente Gil comienza una mayor e intensa labor empresarial, sus cines del Grao requieren una programación muy acorde con las tendencias y los cambios de hábitos en las formas de consumir el tiempo dedicado al ocio que cada día complicaba la rentabilidad del negocio. Las dos nuevas salas permitieron a la familia Gil programar y ofrecer propuestas cinematográficas jamás expuestas al público valenciano. En el Triunfo A ó B, se podían ver películas de estreno o de reestreno, cine de autor o cine comercial, cine serio o comedias divertidas, cine de destape o sin destape, incluso maratones cinematográficos de películas francesas con la mayoría de títulos de la apreciada Nouvelle Vague o alternado con un sorprendente maratón de cine sobre la problemática sexual… 

Con estas especiales programaciones, el infatigable empresario Vicente Gil buscaba atraer el mayor número de espectadores hasta sus nuevas instalaciones. Cerca de diez años de intensa programación vivieron las dos salas A y B del Triunfo que explotó con talento la familia Gil, pero llegó el momento en que los cines de barrio quedaron desfasados y con escasa rentabilidad y ese fue su final. El domingo 19 de mayo de 1985, no quedaba más remedio que proyectar el último FIN. 

En el lugar que un día ocupó el TRIUNFO existe, en la actualidad un solar vallado a la espera de un nuevo destino, seguro que más aburrido.


Fotoplano 1968

Ficha técnica: Miguel Tejedor
*LOS CINES DE VALENCIA.

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