1930 Ca. Palmera en la calle Julio Antonio.- Colección Rafael Solaz.
La que hubo y su sucesora. Es la gran peculiaridad de la calle Julio Antonio, que nace en la de Bailén, transversalmente corta las calles Pelayo, Convento de Jerusalén y Estrella, y desemboca en la de San Vicente Mártir. Y en su último tramo, a 20 metros de su confluencia, la peculiaridad, una palmera casi en el centro de la calzada.
1944.- Fotoplano
La primera, muy alta y estilizada, Phoenix dactylifera según el OMAV, creció mucho en sus últimos decenios de vida para intentar sobresalir de los nuevos edificios por que, seguramente, “no le permitían ver” a sus tres amigos de la calle Albacete. Tanto quiso crecer para superar la altura del edificio construido en los años veinte, aunque 1947 según el registro del catastro, que por las tres toneladas que pesaba su copa se fue doblando el tronco hacia el edificio número 4.
Tanto, que el 29 de mayo de 1994 por la noche una ráfaga de viento la dobló más y la tronchó, quedando apoyados: el tronco sobre la cornisa y la copa en la terraza. Por ello, el día siguiente, con orden urgente del ayuntamiento para evitar daños en el inmueble, a vecinos y a viandantes, fue talada y retirados sus restos.
Pero como los vecinos estaban acostumbrados a su “palmera”, consiguieron que el ayuntamiento trasplantara otra de la misma variedad ese año, según me han informado en la Falla Julio Antonio-Estrella, ya que no consta en ningún archivo, que pusieron ligeramente más orillada hacia los números impares que la anterior, para posibilitar el estacionamiento de automóviles en batería, y quedara un carril libre para la circulación rodada, además, lógicamente, de aceras en ambos lados de la calle.
La nueva no puede ver a sus amigos de la calle Albacete, pero posiblemente contacte con el polen.
Palmera en la calle Julio Antonio.- 2019.- Esteban Gonzalo
Sobre la que murió hay una entrada en este blog, de fecha 01-12-2014, informando que era lo único que pervivió hasta 1994 de La Maquinista Valenciana, ubicada cuando la fundaron en una zona de expansión industrial de la ciudad.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
No hay comentarios:
Publicar un comentario