domingo, 11 de septiembre de 2022

LAS GABARRAS

Archivo Municipal

La primera exportación de naranjas, y con destino a Liverpool, desde el puerto de Valencia se llevó a cabo en el año 1850 pese a las deficiencias que ofrecían las instalaciones portuarias, que, sin embargo, no habían impedido una  importante actividad mercantil.

Desde 1791, cuando se autorizó al Puerto de Valencia su comercio con América,  precisamente por esto, la Real Orden significó el inicio de las obras que posibilitaran su cometido, con el arranque décadas después, en 1821, cuando se dispuso el inicio de la construcción del dique de Levante en base a un proyecto de Manuel Miralles que había sido elaborado en 1798, y que tomaría mayor amplitud con el de Juan Bautista Llovera que había sido trazado en época anterior. La Guerra de la Independencia había frenado el proceso que tuvo su continuidad a lo largo del XIX.


El proyecto de Manuel Maese en 1921 modernizó la dársena del Puerto, con una configuración que hemos conocido en gran parte del siglo XX.


Y es cuando entran en escena y en gran número las gabarras, aunque existian con anterioridad, en cuyas pequeñas panzas las cajas de naranjas, principalmente, son trasladadas por los obreros portuarios desde el muelle del puerto a las bodegas de los barcos anclados en las aguas  y a su espera.

Gabarras que curiosamente eran utilizadas cuando los campeonatos regionales de natación en la “piscina” del puerto, con la instalación de unas sillas sobre ellas que servían para la mejor contemplación de las pruebas, cómodamente sentados los espectadores y muy próximos a la competición. 


Vemos las gabarras abigarradas, en su orden más apropiado, situadas entre los tinglados del puerto y las chimeneas de vapor de las embarcaciones, en espera de su uso.

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