miércoles, 13 de abril de 2022

SEMANA SANTA. TRADICIONES

 

                Entre las muchas tradiciones de la Semana Santa, hay algunas curiosas ya desaparecidas hace muchos años, y que son sabidas de ellas, por el boca a boca de personas muy mayores. 

                Una de ellas se centra en el Miércoles Santo, y se refiere a que el cura de la iglesia o párroco, acompañado por su monaguillo, visitaba a sus feligreses, llevaba su hisopo, el recipiente de agua bendita y su salero; llamaba a la puerta de su feligrés, éste le abría, y con su hisopo el cura le echaba el agua bendita y algo de sal; por ésta bendición y a cambio, el feligrés, le daba algún huevo o los que deseara, entonces el monaguillo, medio chapurreando y canturreando decía, “OUS, OUS, QUE DEMÁ ES DIJOUS”. Ya de antemano cura y monaguillo llevaban una cesta preparada para transportar los huevos, huevos que luego vendían en alguna tienda a su tendero. 

                Otra de las tradiciones perdidas era la rotura de las “escuraetas”; el Sábado de Gloria, a modo de celebración, desde sus casas tiraban a la calle los platos y todos los utensilios de barro ya deteriorados por su uso, y que se rompían en mil pedazos en su caída a la calle. 

                Y qué decir tiene, durante le Semana Santa, en lugar de sonar las campanas, que se situaban en posición de reposo (horizontales), se hacían sonar unos elementos de madera, muy sonoros, llamados “barsoles”, ésto durante el Jueves y Viernes Santo produciendo un estrepitoso y desagradable sonido.

Texto de Germán Gómez 

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