miércoles, 27 de abril de 2022

EL PALACIO DE PARCENT

Sin duda el que fue uno de los palacios de mayor entidad en la ciudad. Y el de mayor envergadura con su dos claustros neoclásicos que daban luz a sus numerosas estancias. 

Construido por los Condes de Parcent en el primer tercio del XVII, tras diferentes remodelaciones alcanzó su mayor plenitud arquitectónica de la mano del arquitecto Vicente Marzo cuando finalizaba el XVIII, quien fijó su mirada en el Palacio de Jura Real de la plaza San Francisco del que tomó referencias para sus fachadas, salvo las pilastras, que, sin embargo, fueron situadas en el interior del palacio. Su desaparición tuvo lugar mediados los sesenta del pasado siglo. Concretamente en 1965. 

Una familia italiana vio en el Reino de Valencia el lugar idóneo para desarrollar su actividad comercial, los Cernesio, que emparentados con la nobleza valenciana del XVII, tras la adquisición de un monasterio cartujano en la Baronía de Parcent, consiguieron su mayor grado como Condes de Parcent. Constantino Cernesio fue el primero.

1608 - Plano de Mancelli

Al mismo tiempo, en 1635, compraron un caserón próximo a la Iglesia de los Santos Juanes del cap i casal y con la adquisición de casas anexas fueron dando mayor amplitud y enjundia a las instalaciones palaciegas, que, con el tiempo y por la abundancia en su interior de aposentos destinados para una frenética vida social con la aristocracia valenciana, lucía en su interior una abundante pinacoteca a base de retratos de reyes, con cuadros de caracteres religiosos y mitológicos, e ilustres literatos como Lope de Vega, llevando a los Parcent al estrellato de la nobleza en el cap i casal por su entronque, por nupcias, con los Marqueses de Dos Aguas.

1738 - Grabado de Fortea

La amplitud del Palacio nos la indican sus tres fachadas: las recayentes a la calle Santa Teresa, a la de Villarrasa y a la del Cementerio de San Juan que después sería denominada de Belluga.

Propuesto para sede del Museo de Bellas Artes en los años cuarenta, debido al mal estado de sus instalaciones por el abandono de los últimos años, se decidió que el museo del antiguo Convento del Carmen se trasladara al de San Pío V. Con esta decisión los últimos días del Palacio de Parcent estaban contados.

Propiedad del Ayuntamiento desde noviembre de 1954, cuando era habitado por diversos inquilinos, contemplaba la posibilidad de tres destinos: su derribo para la posterior construcción de casas baratas, para la creación de un nuevo palacio para las artes o para la ubicación de un aparcamiento subterráneo con zona verde en superficie. 

Fotoplano 1957

Aceleró su derribo el hecho luctuoso de la muerte de una mujer en abril de 1965 por un derrumbe en su zona interior de las cocinas. El temor a su repetición fue el pistoletazo para que el Palacio de Parcent llegara a su final, mientras que un jardín con su nombre iba a perpetuar su historia.

A finales del XIX sus propietarios habían decidido arrendar el Palacio y su amplitud permitía la estancias de diversas entidades. De esta guisa, en 1897 el Orfeón Valenciano el Micalet buscó su cobijo, con su sustitución en 1905 por la Sociedad Coral el Micalet dirigida por Salvador Giner donde permaneció hasta 1954 con su traslado a la calle Guillen de Castro.

1905 - Sociedad Coral el Micalet

Otros arrendatarios culturales fueron L'Antigor, la Sociedad Recreativa los XX,  la Academia Científico Literaria de la Juventud Católica, la Sociedad Iris y la Sociedad Instructiva Juvenalia.

También tuvo el palacio otros inquilinos, siendo sede de diversos gremios como el de los barberos y de los panaderos.  Instituciones culturales que en el interior de sus fachadas alternaban sus días con otros arrendados, como lo fueron de tipo industrial o de almacenajes varios, con una fábrica de abanicos, con el economato de la Policía Nacional o con una academia de baile. Y en su diversidad, allí se establecen una empresa de publicidad, varias tiendas y ultramarinos en su exterior y hasta la oficina del Cupón Prociegos en uno de sus claustros. Y hasta viviendas de condición modesta en su planta baja. 

De sus sillares surgió la escalera exterior como ascenso a las Torres de Quart construida en 1982.

Fuente: Mercedes Gómez-Ferrer. Universidad de Valencia.

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