1932 - A la "ronda de Tránsitos", con sus vías de carros, había que poner un nombre y en sus diferentes tramos.
Y uno de ellos recibió el de César Giorgeta en homenaje al importante industrial de la tinta SAMA a propuesta de sus numerosos empleados, debido a su proximidad al establecimiento fabril del camino de Picassent que cruzaba el de Tránsitos.
El Ayuntamiento había acordado esta nominación en el mes de Julio de 1931, para llevar a cabo su inauguración en el nomenclátor de la ciudad, más tarde, en abril de 1932, cuando se cumplía un año de la proclamación de la II República.
Sin embargo, dos meses antes y por este anuncio, en el blasquista periódico El Pueblo, en carta dirigida a su director Sigfrido Blasco, un ferviente admirador del republicanismo se expresaba en estos términos con su petición de que "no llegue a consumarse la inauguración oficial, con asistencia del Ayuntamiento según tengo entendido -y del que indudablemente han sorprendido su buena fe- de la Avenida de Giorgeta, lo que considero un atropello a la memoria de insignes republicanos que ofrendaron su posición y hasta su vida, una y mil veces, en defensa de la causa republicana mientras yacen en el olvido más ingrato".
Abundaba el interesado en su ignorancia de los méritos contraídos por el sr. Giorgeta, toda vez que desconocía la existencia de aquellos y que por su contribución a la lucha le hubieran hecho merecedor de perpetuar su nombre.
Proponía, eso sí, el nombre de un incansable propagandista de la República, recientemente fallecido, para rotular la nueva avenida: el de Esteban Celda, quien se había distinguido por sus innumerables sacrificios para conseguir la implantación de "nuestra República".
En definitiva, lo que no era más que el resultado del enfrentamiento entre bandos, siempre presente en nuestra historiografía.
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