domingo, 12 de diciembre de 2021

EL PRIMER TRANVÍA ELÉCTRICO - y III

 

1900 - Como estaba previsto el día 23 de marzo hacían acto de presencia en las calles de la ciudad los tranvías de tracción eléctrica para el trayecto de Valencia al Grao y al Cabanyal. Sin embargo, la línea sólo estaba dispuesta hasta la entrada a la calle de la Reina, por lo que la compañía decidió aplazar el acto inaugural hasta que todo su trazado quedase en las mismas condiciones. La barriada del Cabanyal por la mencionada calle estaba en obras de saneamiento y hasta su finalización no se podría acondicionar para el paso del nuevo tranvía. 

La entrada en servicio con la tracción eléctrica y por su “mayor velocidad” supuso algunos percances con los viandantes que no estaban acostumbrados al nuevo adelanto. Fueron días de problemas para la compañía que tuvo que afrontar las huelgas en la propia entidad, como la del día 18 de abril por las reivindicaciones de sus “cocheros”, que se mantuvo hasta el día 21 por intervención del alcalde, mientras se mantenían en otras actividades.

Y tras aquel primer recorrido así vio la prensa del día 24 de marzo la inauguración del nuevo servicio, en una crónica donde se relata un accidente tranviario que, sin duda, supuso el primero ocurrido con la tracción eléctrica:  

“La Compañía General de Tranvías hizo ayer un verdadero negocio.

Desde las primeras horas de la mañana hasta las de la noche fueron los trenes materialmente atestados de pasajeros.

Por cierto, observamos con gran extrañeza que la guardia municipal tolerase en los coches mayor número de pasajeros del que el reglamento permite, abuso que tenemos la completa seguridad que nuestro celoso alcalde evitará, reiterando las órdenes que tiene dadas a sus dependientes. 

Algunos de los pasajeros que utilizaron ayer los  tranvías eléctricos notaron una deficiencia que pudiera ser motivo de muchas desgracias.

Sabido es que el coche-máquina tiene para avisar a los transeúntes un timbre; pero es tan pequeño que su sonido se pierde a los pocos pasos de distancia. Ayer tarde mismo entre la Alameda y el camino de Algirós, en un tris estuvo que no atropellara uno de los convoyes a una niña de diez años que conducía un pequeñuelo en brazos. 

La empresa pues debe sin pérdida de tiempo remediar la deficiencia, dotando a los maquinistas de una bocina o colocando un timbre mayor.

Ya que del tranvía eléctrico nos ocupamos hemos de dar cuenta de una sensible desgracia qué ocasionó a las cinco de la tarde. Regresaban del Grao a dicha hora tres jóvenes y al llegar frente al "chalet" de la señora condesa de Ripalda advirtieron que un tren eléctrico se les acercaba rápidamente. El conductor del vehículo intentó desviarlo, pero sus compañeros, temiendo el atropello, se arrojaron, con tan mala fortuna que uno de ellos fue arrastrado por el convoy y milagrosamente sólo resultó con un brazo roto.

El herido fue curado en la Casa de Socorro de la Glorieta y del hecho se dio cuenta el juzgado

En cuanto al público podemos decir que ha recibido  muy bien la novedad del cambio de tracción.

Los coches como oportunamente dijimos son de forma sencilla, pero elegante y aunque la empresa  ha establecido una diferencia entre los coches cerrados y jardineras, clasificándolos de primera y segunda respectivamente, el público los ocupaba indistintamente y hasta con preferencia la segunda opción.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario