Cuando finaliza el año 1886 llega a Valencia la Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios dispuestos a prestar su diaria ayuda a los dementes del Manicomio Provincial. Inicialmente se instalan en una casa de la plaza de Cisneros donde recogen algunos niños huérfanos, pobres, raquíticos, escrofulosos y lisiados, lugar donde permanecen unos siete meses. Como el lugar es insuficiente por el aumento de niños asilados, el asilo se traslada en mayo de 1887 a un edificio situado en el segundo callizo de Santa Mónica, y firman con su dueño un contrato para ocho años. La obra humanitaria que había sido inaugurada en Granada, encuentra gran acogida en Valencia, por lo que la implantación y gracias a las ayuda recibida, es rápida en la ciudad, y quedan, otra vez, muy pronto pequeñas las instalaciones del barrio de Sagunto.
Gracias a las ayudas que reciben los religiosos de San Juan de Dios, en 1892, fijan su atención en el anuncio de venta de una hermosa finca cercana a la playa de la Malvarrosa y la estación de la Cadena, que adquieren en propiedad.
Un bienhechor entrega a la Orden la cantidad de 10.000 pts. lo que facilita su compra a plazos.
Sobre la antigua alquería se levantan dos pisos y como son muchos los valencianos que hacen sus aportaciones como respuesta por los muy buenos cuidados a los niños, los Hermanos Hospitalarios construyen otro de nueva planta sobre un proyecto del arquitecto Francisco Mora, obra que se inicia en 1907.
El Asilo San Juan de Dios fue construido con rapidez y el 21 de mayo de 1908 se procedió al bautizo de la campana de la Iglesia por el capellán mayor del Asilo, y a su final, los padrinos obsequiaron a los asilados con dulces y con un lunch a los invitados al acto, mientras la sección de música daba un concierto en el que destacaba, entre otras, la voz del segundo sacerdote del centro hospitalario.
A su final, tanto el superior del Asilo, P. Calvo, como la Comunidad y los padrinos recibieron entusiastas felicitaciones.
Muy buena entrada y, mejor Institución. Hasta hace bien poco desconocía la existencia, incluso de tan magnifico edificio. Esperemos que no lo abandonen y, sea rehabilitado debidamente.
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