sábado, 11 de septiembre de 2021

LA REVITALIZADA FERRETERÍA GALÁN HA CUMPLIDO 75 AÑOS

María José Galán en 1950 en la calle Cirilo Amorós,-Archivo familiar.

Cuando en el año 2017 falleció María José Galán, que había continuado la gestión de la ferretería que creó en 1945 su padre, Vicente Galán Vila, en el número 68 de la calle Cirilo Amorós, chaflán con la también calle Conde Salvatierra de Álava, el dueño del local les dijo a María José, Nuria y Cristina, hijas de Alfredo Jovani y de María José Galán, que había caducado el contrato de alquiler, sin darles opciones de negociación. No se arredraron, y como en el refrán, a mal tiempo buena cara, se constituyeron en sociedad, encontraron un local donde poder atender a los clientes en el número 20 de la calle Nave, y allí trasladaron el mobiliario y las restantes instalaciones. En una calle que está recobrando la vitalidad de años atrás.No tiene amplios escaparates, pero tras franquear la entrada, un largo pasillo, con exposición variada a ambos lados, acompaña a los clientes hasta el mostrador, ubicado en un ensanchamiento, donde María José y Nuria los atienden.

Vicente Galán Vila señalando la altura máxima de la riadas del 14 de octubre de 1957.- Archivo familiar.

Menaje, utillaje, herramientas, tornillería, herrajes, sanitarios, iluminación, bricolaje y variados utensilios, para que los clientes vayan viéndolos, sin tener que rebuscar en cajones y armarios, salvo casos especiales, ya que el buen paño en el arca no se vende. Hacen copias de llaves y de mandos, así como mosquiteras a medida.

Para copiar llaves y mandos.- 2021.- Esteban Gonzalo

Y al día con las nuevas tecnologías, ya que están conectados a Zona Ferretería, una ventana abierta a los productos que ofrecen los comerciantes de la cooperativa donde están integrados para poder atender cualquier petición de sus clientes. 

Fachada calle Nave.- 28-04-2021.- Esteban Gonzalo

En la calle Nave ha cumplido setenta y cinco años el comercio que fundó Vicente Galán Vila, abuelo de María José, Nuria y Cristina, después de muchos años trabajando en la desaparecida Ferretería Ernesto Ferrer, que estuvo en el bajo de un edificio, esquina de la calle Las Barcas con la actual plaza del Ayuntamiento

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

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