José Martínez Aloy nos habla de una puerta palatina que ha visto en el interior de un edificio situado en la calle Embany número 30, que no es otro que el Palacio de Fos, que según escritura de 1834 había sido vendido por el descendiente del industrial sedero, D. Joaquín Fos y Ferraro a D. Vicente Orduña y Marqués. Una puerta de nogal con aplicaciones profusas de talla dorada que representan armas, insignias y atributos reales.
Por casualidad, dice “la hemos visto en un edificio privado”. Y atribuye su tenencia a los derribos del Palacio del Real o al de la Bailía, aunque también cabe la sospecha que lo fuera por su abandono durante el siglo XVIII, pasando a sus manos por medio de algún intermediario de aquellos años. En la actualidad está depositada en el Palacio Marqués de Dos Aguas.
Por su afán viajero, Joaquín Manuel Fos se lanzó a la busca de los secretos para la producción de tejidos de seda, muy en especial los referentes al tinte de los moarés, y por su éxito logrado, Fernando VI le concedió el título de “prensador de la Real Casa”, lo que le procuró pensiones vitalicias y empleos lucrativos, con los que pudo atender al desarrollo de su industria, a su propio encumbramiento y al de sus paisanos en general, y según se dice gracias a él, Valencia tuvo el primer Observatorio Astronómico situado sobre el tejado de su propia casa de la calle Embany, donde existía una especie de trastero bastante grande, que se adivina en la foto, y que a su través se salía a un pequeño terrado en el que existía una pequeña torreta.
Joaquín Manuel Fos hizo instalar en la puerta de su palacio un escudo real que pregonaba su título. Todo el edificio, nos informa Martínez Aloy, tiene el sello churrigueresco del siglo XVIII, en su fachada conserva su pintura policroma que la convierte en un bello ejemplar de las tendencias barrocas. Pues bien, en el interior de la casa separando dos habitaciones principales, “es donde hemos tropezado con esas hojas de puerta que ostentan los atributos propios de la soberanía”, nos dice el historiador.
¿Serán acaso
testimonios de adhesión y gratitud? ¿Tal vez vanagloria? Pudiera ser, pero como
es posible que dentro de poco salgan de España, que buena mano se dan los
chamarileros, quedara cuanto menos sentada la correspondiente partida en público
inventario.
Las fotos nos sitúan en el sitio exacto del palacio -que fue derribado entre los años 1973/1974- en especial la tomada desde la calle Asilo de la Infancia, mientras que la que encabeza la entrada y en su segunda planta una mujer observa al fotógrafo en el momento de su trabajo por la década de los sesenta del siglo pasado.
Fuente: José Martínez Aloy
Julio, como siempre, magnifica entrada. Recrear el pasado de aquella Valencia que apenas conocimos o recordamos, es apasionante. Más cuando contamos con expertos como tu. Implicada ahora en biografiar la trayectoria de la familia Orduña (posteriores propietarios del palacete Fos y, continuadores de su especialización desde 1750) te aseguro que toda la familia aplaude este entrañable recuerdo. En nombre de todos ellos, mil gracias ¡¡¡
ResponderEliminarA ti las gracias Cristina, que me has descubierto la familia Orduña y por tu aportación, que has conseguido enriquecer mi entrada. Un saludo a todos los tuyos.
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