Fachada calle Guillem Sorolla 11.- 2021.- Esteban Gonzalo.
Con frecuencia da la sensación a los clientes que la dinámica Amparo Olmos tiene el don de la ubicuidad, ya que tan pronto la encuentran en su horno de la calle Guillem Sorolla nº 11, como en su complementario palco en el Mercado Central, locales que gestiona con la ayuda de su hijo Francisco Tadeo Olmos. Panadería fundada en 1910 por Emilio Olmos Sorní y Pepita Cantos, abuelos de Amparo Olmos.
La gran parada en el Mercado Central.- 2021.- Esteban Gonzalo
En el establecimiento, que preside una imagen de la Virgen de los Desamparados desde su creación, es amplia la oferta de variados panes con fermentación natural, empanadillas con apetitosos contenidos, auténticas rosquilletas del Cabanyal, calabaza asada, postre ya famoso en la antigua Roma, pastissets de boniato, tortas cristinas,…y un largo etcétera.
En escaparates con atractivo especial en Sant Donis con las Mocadorás, y en Pascua con los panquemaos y monas. Incluso aconsejan en un gran cartel el pan acorde para cada plato de comida. Hasta cafetería en un coqueto rincón.
Están especializados en suministrar sus productos a bares, restaurantes y cafeterías.
Lo que fue en 1928 un par de pequeños palcos en el recién estrenado Mercado Central lo han convertido, añadiéndoles 23 más, en una gran tienda, donde a la oferta de los productos del horno, han añadido los de cafetería, para desayunar o “esmorsar de categoría”, y la de comida para llevar, donde el protagonismo de los arroces y fideuá está acompañado por grandes y exquisitos pimientos rellenos (Bajoques farcides) y otras exquisiteces gastronómicas valencianas.
El horno está construido en el bajo de un buen edificio del año 1890, en una calle del barrio del Pilar, que, tras su ensanchamiento y sustitución de ruinosos edificios, ha ganado grandemente en prestancia.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
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