sábado, 17 de abril de 2021

VELLUTERS. SANTA LUCÍA

 ERMITAS DE VALÈNCIA

Aspecto de la ermita sobre 1940

En la calle del Hospital esquina a Guillem de Castro está posiblemente la más antigua ermita de València. Se sabe que la Cofradía de Santa Lucía ya existía en 1395, año en que el cofrade Matías Coloma legó sus bienes para comprar el terreno y comenzar el primitivo edificio inaugurado en 1400, del que todavía permanecen restos incorporados en la actual bóveda. La ermita fue prontamente rodeada por el conjunto de edificios que formaron el antiguo Hospital General.

La actual fachada del edificio es de 1925, y desde 1981 con el traslado del conjunto de edificios del Hospital General a la avenida del Cid, la ermita quedó exenta con todas sus fachadas al aire, lo que por cierto nos permite comprobar que la ciudad ha crecido hacia arriba más de un metro y medio desde el primitivo suelo original de la ermita.

Vista lateral de la ermita. Foto E. Goñi, noviembre 2019.

En la siguiente imagen se pueden ver las campanas de la espadaña, la hornacina con la imagen de santa Lucía y el azulejo con las fechas de 1400, cuando fue inaugurada y 2012, fecha de la última restauración. Recordamos que su fiesta es de las pocas que todavía mantienen en València la celebración de un “Porrat”, precisamente es el último del año, el 13 de diciembre. 

Parcial de su fachada. Foto E. Goñi, noviembre 2019.

En la foto del atardecer se aprecian tres puertas, la central es la de la ermita, la de la izquierda pertenece a un zaguán y la de la derecha a la vivienda de los caseros y oficinas de la Cofradía.

Fachada de la ermita. Foto E. Goñi, enero 2019.

Conozco de primera mano una anécdota de la época de nuestra triste y desgraciada guerra civil, que paso a detallar. 

En 1936 uno de los habitantes de la ermita era una joven muchacha de nacionalidad francesa, sobrina carnal de los caseros, llamada Claudia Bayo Gaboyard. Al comenzar el 21 de julio la quema de templos a uno de los cofrades, el abogado Enrique Badenes, conocedor del caso, se le ocurrió pedir ayuda al Consulado Francés en València y obtuvo un documento oficial con todo lujo de membretes y sellos del Consulado que literalmente decía: CAMARADA AQUÍ VIVE UN SÚBDITO FRANCÉS, RESPETA ESTE EDIFICIO. 

El documento fue colocado en las puertas de la ermita, así, con esta estratagema se salvó de la quema la muy antigua ermita de santa Lucía y la casa de la Cofradía con su archivo, imágenes, pinturas, reliquias, etc. Fue una acertada estrategia que protegió lo que en aquellos convulsos momentos parecía imposible de proteger. 

Texto de Enrique Goñi Igual

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