viernes, 9 de abril de 2021

LOS RIPERTS EN VALÉNCIA

 ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS

Vista de una Tartana. Foto de Laurent ca 1870.

El ripert como veremos tiene una total relación con el tranvía, ya que nació para competir con él.

En la segunda mitad del siglo XIX comenzaron las grandes ciudades de Europa y América a poner en marcha un servicio público de transporte urbano, consecuente con las distancias que en muchas de ellas se podían recorrer. Ya no era suficiente el ir andando, se precisaba el caballo o el coche de caballos, sólo apto para ricos. Para cubrir esta necesidad surgió el carro de dos ejes cubierto, con asientos laterales, recorridos prefijados, horarios determinados y precios económicos. Se le denominó “ómnibus” palabra latina que literalmente quiere decir “para todos”, transporte para todo el mundo, que pague. De hecho ese es el inicio de lo que ahora denominamos como servicio de transporte urbano y servicio de cercanías.

Durante esos años en València además de los coches de dos ejes se creó y popularizó la tartana, consistente en un carro cubierto y cerrado de un eje tirado por caballo en el que cabían entre cuatro y ocho pasajeros. Situaron sus paradas en las puertas de la muralla para cubrir servicios a los pueblos cercanos y también las hubo en distintas plazas de la ciudad. En la foto siguiente junto al palacio de Dos Aguas podemos ver una parada con varios tipos de coches de alquiler tanto de uno como de dos ejes. 

Parada de coches de alquiler. Foto autor desconocido, ca 1890.

Pero recordemos los que por edad hemos podido viajar en carro por calles o caminos adoquinados o peor de tierra con frecuentes baches cómo salíamos molidos tras un paseo. Para combatir esos males se crearon los tranvías que no era más que un ómnibus o galera que rodaba sobre una vía metálica perfectamente asentada en el suelo, dotada de una ranura que guiaba las ruedas del tranvía tirado por uno o dos caballos, tranvía que luego fue de vapor y finalmente eléctrico, eran y son coches que ruedan suavemente sin vibraciones ni golpeteos por baches.

 

Tranvía de caballos en calle san Vicente. Foto autor desconocido, ca 1890. Remember-València, pg 1875.

Con la puesta en marcha de los tranvías con el costoso establecimiento de las vías, sobre el año 1880 a un avispado fabricante de carros marsellés llamado Antoine Ripert se le ocurrió construir un pequeño ómnibus cuya separación de ruedas en el eje era la misma que la de las vías tranviarias, así, sin ningún gasto añadido, simplemente circulando por encima de las vías, establecía una desigual competencia a la red tranviaria de la ciudad, ya que en aquellos años en muchos casos además, era el único tramo de camino o calle adoquinado. Motivó las protestas de empresas tranviarias, que llegaron a poder prohibir la circulación de los riperts sobre las vías, lo que lógicamente motivó su rápida extinción.

Curiosamente en la València de 1876 sin servicio de ómnibus se pasó de la tartana al tranvía y años después vinieron "los riperts".

La primera solicitud se hizo en el año 1882, Guillermo Moores y Arenas pidió al Ayuntamiento el establecimiento de seis líneas de riperts en la ciudad. 

1ª desde Puerta San Vicente – Torres de Serranos; 2ª de Puerta de Ruzafa – Tros Alt (Tossal); 3ª Guillem de Castro – Glorieta; 4ª Plaza Socorro – Glorieta; 5ª Puerta de Ruzafa – Torres de Serranos y 6ª Glorieta – Grao. Fue denegada su solicitud al solicitar una exclusividad por seis años en los itinerarios previstos. 

Plano del ómnibus ripert. Guillermo Moore. Policía Urbana, 1882. AHMV

En 1883 la empresa Compañía General Valenciana de Coches Privilegiados Sistema Ripert, vaya nombrecito, solicita y se le aprueba por el Ayuntamiento la puesta en marcha de varias líneas urbanas. La primera funcionó en el mes de julio entre Puerta de Ruzafa – Puerta de Cuarte. En agosto se crea Puerta San Vicente – Plaza del Temple – Plaza de Tetuán. En septiembre la línea entre la Plaza del Pollo (junto calle del Mar) y la desaparecida estación de Cuenca, a la parte derecha de las vías de la estación del Norte, estuvo situada a la altura del túnel de las Grandes Vías; además una Circunvalación por calles del interior de Glorieta a Glorieta (por concesión municipal no podía ir por la circunvalación, derecho que poseía la Sociedad Valenciana de Tranvías). Algunos de sus primeros coches fueron suministrados por monsieur Ripert, después fabricantes locales fusilaron el “invento”.

Creó también unas interesantes líneas nocturnas para aprovechar las idas y venidas del público a los distintos teatros de la ciudad, pero la triste realidad es que en noviembre de 1884 se disolvió la sociedad debido al gran pasivo acumulado en casi dos años de vida.

Otras líneas de ripert se crearon posteriormente, pero ninguna cumplió algo más que meses, como la del coche que aparece en  la siguiente foto, que hacía el recorrido desde la calle de Buenavista (Julio Antonio) junto a San Vicente Mártir hasta las Torres de Serranos.

 Ripert junto a las Torres de Serranos. Foto autor desconocido. Remember-Valéncia, pg. 1875

Por descontado hubo algunas líneas de ómnibus, pero no sistema ripert, compitiendo con los tranvías de caballos, y más tarde de autobuses compitiendo con los tranvías eléctricos, pero esas son otras historias.    

Texto de Enrique Goñi Igual

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