miércoles, 3 de febrero de 2021

UN PUENTE NUEVO PARA UNA BODA REAL

 
1925 Ca - Puente del Real - Barberá Masip

En el año de la conquista de la ciudad por el rey Jaime I el paso sobre el Turia estaba garantizado a través de endebles pasarelas de madera, que en esa época parece ser que eran dos, la “superior” y la “inferior” aguas abajo. De estas dos plataformas, la de aguas abajo del río, parece que arrancaba desde una antigua puerta de la muralla musulmana (Puerta de Bab-Al-Faradj). De esta forma primitiva, pero que en todo caso un preámbulo de puente, se transformó en un recio puente de piedra al que en un primer momento se le denominó Pont de Lleida o Dels Catalans, debido a que los repobladores de Lérida que vinieron a Valencia tras la conquista del Reino, se instalaron en esa zona. Más tarde se le dió el nombre de Puente de la Trinidad, por tomar el nombre del monasterio a orilla izquierda del río.

Pasó un siglo y medio para que un nuevo puente se sumara a este. Otro paso  que inicialmente también era de madera. Aquí tenemos nuestro protagonista, el Puente del Real. Y se llamó así porque permitía un acceso directo al Palacio Real desde la ciudad.

Las crecidas del río eran constantes y la madera del puente cada vez se deterioraba más, hasta que una riada especialmente destructora en 1589 lo dejó intransitable. Había que construir uno nuevo, esta vez en piedra, a salvo de las turbulentas aguas, y en 1599 ya estaba listo, justo a tiempo para un gran evento: La boda de Felipe III y Margarita de Austria.

Archivo Municipal

Había que pensar en todo, el puente se instaló un poco más allá, aguas abajo, con la finalidad de hacerlo coincidir con la gran explanada del Llano del Real, y la entrada principal del Palacio Real, facilitando el desembarco en esta zona del río.

Al terminar las obras, el viejo portal de la muralla, junto al Temple, se cerró, abriéndose uno nuevo, cuyas puertas se hicieron con madera procedente del anterior puente, aunque no estuvo exento de problemas, ya que al estar entre la muralla y la nueva explanada de terreno se creó un fuerte desnivel, propicio para accidentes ¿Qué se hizo para ganar espacio, para la nueva explanada? Pues expropiar 3000 metros cuadrados del huerto de moreras a los monjes dominicos del Monasterio de Santo Domingo. De esta manera se conectaba el nuevo acceso al puente con las calles que terminaban allí, incluida la plaza dels Predicadors.

Si nos fijamos en la porción del  dibujo que el pintor flamenco, Anton Van Den Wijngaerde, hizo en 1563 de la ciudad, se entiende mejor cómo estaba estructurada la zona :

En la parte izquierda del río, huertos, el Palacio Real, el Monasterio de la Trinidad y la acequia de Algirós. Todavía el puente viejo de madera, el del Temple. La explanada sin ampliar, estando aún las moreras del Convento de Santo Domingo y los jinetes se ven en ella haciendo acrobacias, hay que saber que era de fiesta las carreras desde el Llano del Real hasta el Monasterio de la Trinidad.

Texto de Amparo Zalve Polo

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