martes, 1 de diciembre de 2020

LA ROQUETA. SAN VICENTE MÁRTIR O DE LA ROQUETA

 ERMITAS DE VALÈNCIA

Porrat de San Vicente Mártir, ca 1930. Foto Gómez Durán.

Siendo yo pequeño, allá sobre 1950, una tía mía vivía junto al cine Jerusalén (esquina Convento Jerusalén–Vives Liern) y en la fiesta de San Vicente Mártir o de la Roqueta acudíamos a su casa para bajar al cercano “Porrat” donde vendedoras con blancos delantales atendían aquellos tenderetes cubiertos de blanquísimas telas donde reposaban perfectamente amontonados y separados orejones, pasas, todo tipo de frutos secos, almendras garrapiñadas y aquellos garbanzos blanquecinos, que hoy son prácticamente desconocidos, el “porrat”. Todas aquellas sabrosas maravillas las servían en los típicos cucuruchos de papel.

La ermita estaba precisamente en la calle que se llamaba y aún se llama de la Ermita, por algo sería, junto a la plaza de España.

La siguiente imagen, una foto algo más moderna, sobre 1940, nos sitúa en el mismo lugar con la misma festividad. Está claro que ese edificio cuadrado con alta cúpula era la ermita de san Vicente Mártir. 

Archivo Municipal

El formato de la iglesia, la tradición de que por esa zona de València, junto a la Vía Augusta, fue enterrado el diácono Vicente, martirizado allá por el año 303, nos lleva a pensar en la existencia de una ermita, que, como veremos, desapareció pronto. En su lugar apareció una parroquia con sótano con un aspecto francamente poco estético, que podemos ver en una  foto de alrededor de 1955, que nos recuerda de nuevo la tradición de la festividad y del Porrat.

 

Foto autor desconocido, ca 1955. Remember-València, pg 1391.

No más de cincuenta años más tarde la cosa en mi opinión fue a peor, la parroquia con sótano desapareció, siendo sustituida por otra de las que yo llamo de Planta Baja, es decir en el solar se edificó un edificio de siete u ocho plantas y en los bajos se aloja una iglesia parroquial sin estilo, eso sí en un lugar con mucha historia, bajo la advocación de San Vicente Mártir.

Durante la época musulmana a los pocos cristianos que quedaron en València se les permitía mantener su fe justo en ese lugar, convertido en un lejano arrabal de mozárabes, que se denominó La Rayosa, arrabal en el que el rey D. Jaime I mandó edificar iglesia, convento y hospital.

Durante el siglo pasado alternaron el convento y la ermita el nombre de san Vicente Mártir o de la Roqueta con el de Cristo Rey. Creo que tanto el convento como la ermita son consustanciales con la zona y sus tradiciones religiosas, me mantengo en que en el arrabal de la Rayosa inicialmente hubo una ermita, que desafortunadamente ha desaparecido y Jaime I junto con el paso del tiempo originó una dualidad convento, donde hoy está, con su Iglesia bajo la advocación de Cristo Rey y ermita, la desaparecida ermita, en el lugar actual de la Parroquia de San Vicente Mártir.

Para su visita recomendamos un paseo a pl. España, allí frente a una plazuela triangular que todos los martes forma parte del “mercadillo de Convento Jerusalén” y que alberga la estatua de San Vicente situada entre las calles Estrella, Ermita y Ramón y Cajal, donde estuvo la antigua ermita, ahora Parroquia de San Vicente Mártir.

Texto de Enrique Goñi Igual

No hay comentarios:

Publicar un comentario