sábado, 7 de noviembre de 2020

SAN ROQUE. CARPESA

 ERMITAS DE VALÈNCIA

 Ermita de san Roque. Foto E. Goñi - 2019.

Si vamos en coche o bici tomamos el antiguo camino de Moncada, que nace ahora en la avenida del Dr. Peset Aleixandre (antiguo camino de Tránsitos), tras pasar bajo la nueva Ronda Norte, justo antes de entrar en el poblado de Poble Nou hay un semáforo, que cubre un desvío a la derecha, tomémoslo, es el camino directo al poblado de Carpesa, que está situado a unos cinco kilómetros de València. Al llegar encontramos una placita a su entrada. El poblado que perteneció primero a la orden del Temple y luego a la de Montesa, se constituyó en municipio tras la abolición de los señoríos y más tarde en 1891 pidió su anexión a la ciudad de València, donde sigue.

Otra forma de llegar es tomar el autobús urbano de EMT, línea 26, que nos lleva por un camino paralelo con destino a Moncada, pasando por Poble Nou y Borbotó. Una vez en Carpesa tras dar la vuelta por la placita a la entrada, nos apeamos, retrocedemos a la placita, en la que a su izquierda nace una calle que a su fin gira a la derecha y nos lleva, pasando ante la iglesia parroquial dedicada a los santos de la Piedra, Abdón y Senén, directamente a una salida del pueblo, la calle de san Roc, allí en su parte izquierda nos encontramos, tras la valla de un pequeño parque, con una pequeña ermita, a su vez rodeada de algunos pinos, palmeras y cipreses, y a la que por cierto le hace compañía un Vía Crucis con templetes de cerámica. Si hemos venido en autobús el paseo dura entre diez y quince minutos, observando de paso, el tranquilo aspecto que presenta el pueblo, en el que el final de cualquier calleja nos lleva al campo.

 Azulejos dedicados a san Roque. Foto E. Goñi, diciembre 2019.

La fiesta se celebra el 16 de agosto, cuando se hace por la mañana el traslado a la iglesia y luego reparto de los típicos rollitos bendecidos, mascletá y por la tarde procesión y vuelta a la ermita hasta el siguiente año.

A partir de aquí es posible que seas uno más de los valencianos que ahora ya conocen ese lejano trozo de la ciudad de València. 

Texto de Enrique Goñi Igual

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