lunes, 23 de noviembre de 2020

CARRERA D'EN CORTS. SAN ANTONIO

 ERMITAS DE VALÈNCIA

Foto autor desconocido, ermita de San Antonio, ca. 1965. 

Remember-València, pg 394 (III).

Hace más de cincuenta años que la Carrera d’En Corts desde Ruzafa llevaba a través de la huerta hacia Castellar, el Tremolar y finalmente podías alcanzar Pinedo. Junto a ella estuvo la ermita que aquí recordamos.

Actualmente la antigua Carrera permanece, pero recortada o desviada por distintos motivos como son la total desaparición de huerta entre la avenida Peris y Valero y la Ronda Sur, las obras de la nueva estación de Mercancías de Fuente de san Luis, las de Mercavalencia o las del desvío del Turia por la realización del Plan Sur, estos desvíos o cortes hicieron desaparecer distintos tramos de la carrera, entre ellos el de la travesía llamada Camino de la Ermita de san Antonio, que incluye el solar de la ermita, y que afortunadamente para fijar el recuerdo figura en el plano parcial Nº 85 I del inolvidable Plano del Término Municipal de Valencia realizado entre 1929 y 1944 por la Dirección General del Instituto Geográfico y Catastral a petición del Ayuntamiento, plano que en sus casi 450 planos parciales nos da un completísimo retrato de la ciudad y su término entre los años 1929 y 1944. Sobre todo de las zonas de huerta desaparecidas por la masiva edificación que comenzó sobre los años cincuenta.

El nombre del camino por una parte y por otro lado la foto de la ermita, nos da pie para hacerla figurar entre las ermitas valencianas, ya que aunque ahora está desaparecida, se nos confirma su existencia hasta los años sesenta del pasado siglo.

La ermita seguramente debió estar situada por la zona que ahora es el cajero nuevo del Turia junto a Mercavalencia. La foto debió ser tomada el día de la festividad, en ella aparecen tres muchachos junto a la triple espadaña y aparentemente el cura está ante la puerta de la ermita, todo ello con un fuerte ambiente huertano.

Texto de Enrique Goñi Igual

3 comentarios:

  1. La ermita se trasladó a un antiguo cine que aún hoy existe junto a Mercavalencia. Con el tiempo, su contenido fue llevado a la iglesia San Martín de Porres en el Oliveral, donde la gente de aquel barrio aun se reúne todos los años en la festividad del santo.

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  2. La parroquia, porque cuando fue expropiada y derruida ya gozaba del rango de parroquia, fue trasladada al centro parroquial donde se realizaban sesiones de cine y de teatro llevadas a cabo por los jóvenes de la barriada, una de tantos era mi abuela Paquita David Soler, más conocida como Paquita "La Samuela".
    Este edificio, conocido por muchos como "el centro", fue construido por todos los vecinos, y por iniciativa del párroco D. Manuel, cuyos restos descansan hoy en el cementerio de Alfafar y cuya persona y bondad dejó una profunda huella en los habitantes de Sant Antoni.
    El "sequer" que actualmente se encuentra junto a la "nueva" parroquia y la casa que había junto al "sequer" eran de la familia de mi abuela Paquita, y era conocida como "Ca Samuel" porque mi bisabuelo se llamaba así. Gozaba el hombre de fama por lo bien que le salían las paellas y era requerido por muchos a la hora de celebrar los banquetes de las bodas, las comuniones, los bautizos... que por aquel entonces se hacían en casa, para que les hiciese la paella.
    Retomando la historia de la parroquia, verdadero núcleo de la vida de fe de la barriada, cabe señalar que estuvo en funcionamiento hasta el año 2011, si no me falla la memoria. En ella se celebraba la misa dominical durante todo el año siendo atendida por el párroco de la Punta. Y fue en un día de "Sant Antoni", cuando todos asistíamos allí en la parroquia a la celebración de la misa de nuestro patrón, que se nos comunicó que ese sería el último año que podríamos festejarlo en dicho lugar ya que el arzobispado había acordado, junto con el Mercavalencia, expropiar la iglesia para derruirla y hacer unas rotondas que facilitasen el servicio del Mercavalencia.
    Parece que desde tiempos remotos estábamos condenados a la expropiación, y la verdad es que la noticia causó un gran impacto en todos los asistentes.
    Jamás olvidaré la primera vez que pude participar con mis abuelos de esta fiesta. ¡Cómo les saltaban las lágrimas la primera vez que volvimos a aquella iglesia (donde se habían casado) después de tantos años y con qué alegría se reconocían con los demás vecinos! "Xè, tú no seràs Vicent, el blanco d'Aznar?!", "I tú no seràs Paquita, la Samuela?!" Aquello fue impresionante.
    Y tampoco olvidaré el haber subido tantos años por aquella escalera de gato, que estaba tras la sacristía, para voltear las tres campanas: Amparo, Pilar y Antonia (de menor a mayor) como tantas veces hizo mi tía, Concha "la burra", prima de mi abuelo Vicente Aznar Sanfelix "el blanco d'Aznar".
    Siempre me decían los vecinos que ningún hijo de mi tía Concha había heredado la afición, pero que el sobrino había cogido la de los cuatro juntos!
    Jamás olvidaré el sonido de esos tres bronces al vuelo expandiéndose a lo largo y a lo ancho de lo que en su día fue un pequeño trozo de paraíso en la Tierra y que hoy, desafortunadamente, se ahoga entre vías de tren, carreteras, y el nuevo cauce del Túria.
    Vixca Sant Antoni! Vixca la Carretera en Corts! I vixquen tots els qui formaren i formen part d'aquell trosset de Russafa, de Valencia!

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  3. Borja, gracias por tan interesante aportación.

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