En 1954 los escolapios valencianos habían puesto en marcha en el mes de Octubre un nuevo centro docente en la calle Micer Mascó, construido, fundamentalmente, en base a sus dos sólidas piedras: las de Piedad y Letras. El hormigón era puro aderezo.
Pero había que dotar al centro de una iglesia como lugar donde el espíritu calasancio repostara sus energías y entonara su cántico de gratitud "al santo de los niños".
Tuvieron que pasar unos años y el 28 de mayo de 1960 se llevó a cabo la inauguración del templo integrado en el corazón del colegio que en ningún momento se había visto obligado a suspender su actividad docente. De esta manera quedaba atrás una pequeña capilla funcional que desde el primer día cumplía su misión en el espacio donde en la actualidad ocupa la Sala Piedad y Letras, el despacho del Rector y la sala de visitas.
La asistencia de autoridades fue muy nutrida. Es de derecho citar al Arzobispo Olaechea; al General Fajardo en nombre del Capitán General; al entonces Director General de Carreteras y presidente de Antiguos Alumnos D.Vicente Mortes; al Gobernador Civil D. Jesús Posada Cacho; al Alcalde D. Adolfo Rincón de Arellano; a D. Bernardo Lasala como Presidente de la Diputación y a otras personalidades, lo que nos certifica de tan importante evento.
No pudieron faltar ilustres personajes de la vida social valenciana, como D. José de Fuenmayor -a quien tanto debía el Colegio- D. Cayetano Borso; D. Alonso Fueyo y D. Adolfo Cámara, ambos del diario "Levante"; el periodista D. Martín Domínguez; D.Manuel González Martí, director del Museo Nacional de Cerámica; D. Luis Martí Alegre, Presidente del Círculo de Bellas Artes; D. Joaquín Viñals, Director de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad; D. Adolfo Giménez del Río y Tasso, todos ellos junto a otras personalidades que coincidían, la mayoría, por su pertenencia al colectivo de antiguos alumnos escolapios.
Con mi agradecimiento a Salvador Mut Ronda, Presidente Asociación Antiguos Alumnos.
MUY CURRADO EL ARTICULO. ENHORABUENA. UN ABRAZO.
ResponderEliminarGermán, escolapio: muchas gracias.
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