MIRANDO HACIA ARRIBA
Miramar de la calle de la Carda. Foto E. Goñi, diciembre 2019.
Dando un paseo por los alrededores de nuestro Mercado
Central, con un corto recorrido podemos encontrar un par de Miramares.
Si nos situamos al final de la plaza del Mercado, junto a la
histórica calle de la Bolsería y alzamos la mirada hacia la calle de la
Carda, por encima del clásico edificio
del Hostal del Rincón, detrás de él tendremos a la vista un Miramar
correspondiente a una casa de vecinos que hay en la esquina que forman las
calles Pie de la Cruz y Carda. Se le ve bastante bien mantenido, pero la
redecilla de la derecha nos hace pensar en algún pequeño problema de cascotes.
Una vez visto tomamos la calle de la izquierda, antes
Botellas y ahora Boatella, nombres que nos permiten dudar de cuál sería el más
correcto, o más antiguo, aunque la cercana situación de la puerta de la
Boatella en la antigua muralla árabe, me inclina por quedarme con el moderno
nombre de esta corta calle que da a la plaza de la Comunión de San Juan, desde
allí tomamos a la derecha la calle Belluga y desde el inmediato jardín de la
plaza de Don Juan de Villarrasa tenemos a la vista la grandiosa cúpula de la
iglesia de las Escuelas Pías, 40 metros de altura y 25 de diámetro, rematada
con una linterna, a su izquierda vemos uno de los más bonitos Miramares que
quedan en el centro de València.
De forma octogonal y con acceso independiente desde el
terrado, está situado en un conjunto de dos fincas de vecinos situadas entre
Pie de la Cruz, Carniceros y Balmes.
Miramar de la calle Carniceros. Foto E. Goñi, diciembre 2019.
Texto de Enrique Goñi Igual
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