Principios siglo veinte.- Colección familiar El Ángel de Plata.
No pasa desapercibida a los visitantes la fachada de la tienda de tejidos de los números 4 y 6 de la
calle Liñán, adyacente a la plaza del Mercado. La atiende Ana Real Panisello,
quien me cuenta la larga historia de este comercio del Centro Histórico de
València que se remonta a 1870 cuando dos socios crearon Los Ángeles, negocio
que tiempo después partieron, quedándose uno con el bajo del número 8 y la
razón social, y el otro con los tejidos y poniendo El Ángel de Plata como
nombre comercial.
En 1948 José Albors Navarro, que entró como aprendiz y siguió
como representante, lo compró e incorporó a su hijo Miguel Albors Andrés para
que fuera aprendiendo y le sucediera. Cuando Miguel se jubiló en el año 2001 se
lo cedió a su nuera Ana Real.
Antigua rotulación - Francesc Jarque, 1991, del libro Tiendas de València.
Ana Real en la tienda.- 2020.- Esteban Gonzalo
Es un establecimiento con acrisolada fama de orientar muy
bien a las clientas a la hora de decidir cual el damasco, dril o crepe
adecuado.
Actualmente confeccionan cortinas, visillos, estores, colchas y otras ropas del
hogar.
Antes, un ejemplo es la foto de principios del siglo veinte,
cada dependiente atendía personalizadamente a los de su pueblo y el entorno, y
estaba muy arraigada la costumbre de pagar cuando recolectaban las cosechas.
La fachada de madera, las decoraciones originales y los
mostradores modernistas, son muestras de su largo devenir y le dan prestigio a
la ciudad.
Hubo un dependiente que anotaba en los cajones lo que le llamaba la atención y consideraba interesante. Una de ellas “El 16 de octubre de 1911 fue la ascensión del Ángel de Plata” nos puede orientar sobre cuando pusieron el angelote de hierro pintado de purpurina en la fachada, para personalizar la parte del negocio de Los Ángeles que siguió con los textiles y facilitar su identificación a los no ilustrados. Amorcillo barroco que conservan pero ya no se mece en la fachada, posiblemente para que no incite su desaparición.
Hubo un dependiente que anotaba en los cajones lo que le llamaba la atención y consideraba interesante. Una de ellas “El 16 de octubre de 1911 fue la ascensión del Ángel de Plata” nos puede orientar sobre cuando pusieron el angelote de hierro pintado de purpurina en la fachada, para personalizar la parte del negocio de Los Ángeles que siguió con los textiles y facilitar su identificación a los no ilustrados. Amorcillo barroco que conservan pero ya no se mece en la fachada, posiblemente para que no incite su desaparición.
Es el único comercio antiguo que subsiste en la corta calle Liñán, ya que su vecino del número 8, fue últimamente una cestería que cerró en el año 2012, y antes y después otros cesaron en su actividad.
El Ángel de Plata está en el selecto grupo de los Comercios
Emblemáticos de la ciudad de València.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
Qué cosas más bonitas hacen en esta tienda y qué escaparates tan chulos tienen siempre. No hay vez que no pase por ahí y no me pare a verlos.
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