1704 - Plano de Tosca
Otro de los grandes conventos desaparecidos del que se
tiene pocas referencias y pocos restos ha dejado. Hablaré de su ubicación, su arquitectura y su final.
¿Dónde estaba?
Sobre una mezquita extramuros de la ciudad, junto a la
puerta de la Boatella, cuyo terreno en 1238 fue donado por el rey Jaime I tras
la conquista de Valencia a Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced.
Junto a él, los cementerios de San Martín, el de Santa
Catalina y la plaza del Mercado.
¿Cómo era?
Al principio era un convento pequeño, con una iglesia que se
ajustaba al tamaño del convento.
Tenía un bonito claustro porticado en el centro, con
esbeltas palmeras y un pozo del que emanaba mucha agua. La
fachada que recaía a la plaza del Mercado también era porticada. La iglesia con
su torre campanario enfocaba a la calle Flasaders. Para hacernos una idea, toda
la estructura ocupaba las manzanas de casas que hay entre la actual plaza de la
Merced y la plaza del Mercado.
Habían varias capillas y como era frecuente en la época, algunas de ellas, estaban asociadas a los gremios, de forma que se beneficiaban
ambos, pues tenían un lugar de culto y el convento recibía su ayuda
para su mantenimiento. Esta entrada de los gremios ocurría en el año 1442.
Había capilla para el de los albeytares, la de San Eloy; para el de los herradores, la de Santa Lucía; para el de los cirujanos, la de San
Cosme; y para el de los barberos, la de San Damián. Todos los gremios
ayudaban a su mantenimiento y un pago anual.
Como todos los conventos y por el tiempo que estuvo en pie, tuvo una buena remodelación en 1649 que duró unos cuantos años para su
ampliación.
En 1836 el convento fue expropiado con motivo de la desamortización de Mendizabal sobre los bienes de la Iglesia. La operación de derribo se realizó sobre 1840.
Aquí aparece la figura de Mariano Carsí, comerciante y aprovisionador del ejército, que por 500.000 reales se quedó con el edificio, ahora bien, con el compromiso de dejar una calle que diera facil salida al Mercado.
El avispado caballero revendió la propiedad en 1842 al Ayuntamiento, aunque éste no pudo hacer frente a su pago fraccionado en mensualidades y acabó de nuevo en manos de Carsí; y encima indemnizándole. ¡Un gran negociante!
Había pagado la finca a cambio de deudas que procedían del aprovisionamiento del ejército, devaluado el precio entre un sesenta por ciento.
Poco quedó del convento, al menos que sepamos, en su procedencia, y en su destino. La capilla de San Juan de Letrán y el sepulcro de Guimerán
que se conservan en el museo de Bellas Artes.
Falla 1960
Su demolición creó la plaza de la Merced, plaza por cierto muy característica por su falla .
Texto de Amparo Zalve Polo
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