jueves, 6 de febrero de 2020

INICIOS DEL CONVENTO DE SAN FRANCISCO - II PARTE

Solares Convento San Francisco - 1890 Anónimo
Colección Diaz Prósper

Terreno grande, a las afueras de las murallas musulmanas, gracias a la donación real, había comenzado a gestar las primeras obras. Para situarnos, ante la entrada a la ciudad por la puerta de la Boatella, donde el Convento y su huerto alcanzarían una superficie semejante a la actual plaza del Ayuntamiento. 

Segun los preceptos de la orden franciscana debía de ser humilde y austero, no muy grande y de suficiente terreno, y asi fue. Casa, huerto e iglesia serían suficientes, aunque como también querían cementerio, lo cual era normal, y ya no les cabía, sin llegar al abuso, solicitaron la donación de un poco más de terreno, que usaron para cementerio y plaza pública.

Tan modesta fue la construcción, que poco tardó en amenazar ruina, aunque la reconstrucción fue rápida, y al final del siglo XIV ya no quedó mucho del convento inicial.

Dió la casualidad, si así se puede decir, que el momento este coincide con la amplación de las murallas por Pedro el Ceremonioso, con el fin de encercar los arrabales de la ciudad, y por lo tanto ya quedó dentro de la Valencia amurallada.

Ya no iba a ser una obra humilde y sencilla, sino que a partir de ese momento sería un gran convento, al que se le iría añadiendo más belleza arquitectónica, a la vez que importantes obras de arte.


Antirefectorio del Convento de San Francisco

De momento la iglesia ya iba a ser gótica, con un campanario cuadrado de gran altura. Junto a ella dos claustros al que se fueron añadiendo pequeñas y coquetas capilllas, que a modo de mausoleos, se construían con donativos de las familias devotas para sus posteriores enterramientos. Al menos uno de los claustros estaba decorado con pinturas sobre la vida de San Francisco de Asís.

Desde la iglesia se accedía por tres puertas al resto del convento.

La extensión del terreno ya era tal, que para situarnos actualmente, imaginemos que a parte del convento habían unas cuantas dependencias más que estaban en el lugar que ocupa el actual Ayuntamiento, además del gran huerto que se situaba en la parte trasera, y la parte delantera con un espacio público que dió el nombre a la plaza de San Francisco del momento.

De esto ya hablaré en la tercera parte.

Texto de Amparo Zalve Polo

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