Solares Convento San Francisco - 1890 Anónimo
Colección Diaz Prósper
Colección Diaz Prósper
Terreno grande, a las afueras de las murallas
musulmanas, gracias a la donación real, había comenzado a gestar las primeras
obras. Para situarnos, ante la entrada a la ciudad por la puerta de la Boatella, donde el Convento y su huerto alcanzarían una superficie semejante a la actual plaza del Ayuntamiento.
Segun los preceptos de la orden franciscana debía de ser
humilde y austero, no muy grande y de suficiente terreno, y asi fue. Casa,
huerto e iglesia serían suficientes, aunque como también querían cementerio, lo
cual era normal, y ya no les cabía, sin llegar al abuso, solicitaron la donación
de un poco más de terreno, que usaron para cementerio y plaza pública.
Tan modesta fue la construcción, que poco tardó en amenazar
ruina, aunque la reconstrucción fue rápida, y al final del siglo XIV ya no
quedó mucho del convento inicial.
Dió la casualidad, si así se puede decir, que el momento
este coincide con la amplación de las murallas por Pedro el Ceremonioso, con el
fin de encercar los arrabales de la ciudad, y por lo tanto ya quedó dentro de
la Valencia amurallada.
Ya no iba a ser una obra humilde y sencilla, sino que a
partir de ese momento sería un gran convento, al que se le iría añadiendo más
belleza arquitectónica, a la vez que importantes obras de arte.
Antirefectorio del Convento de San Francisco
De momento la iglesia ya iba a ser gótica, con un campanario
cuadrado de gran altura. Junto a ella dos claustros al que se fueron añadiendo
pequeñas y coquetas capilllas, que a modo de mausoleos, se construían con
donativos de las familias devotas para sus posteriores enterramientos. Al menos
uno de los claustros estaba decorado con pinturas sobre la vida de San
Francisco de Asís.
Desde la iglesia se accedía por tres puertas al resto del
convento.
La extensión del terreno ya era tal, que para situarnos actualmente,
imaginemos que a parte del convento habían unas cuantas dependencias más que
estaban en el lugar que ocupa el actual Ayuntamiento, además del gran huerto
que se situaba en la parte trasera, y la parte delantera con un espacio público
que dió el nombre a la plaza de San Francisco del momento.
De esto ya hablaré en la tercera parte.
Texto de Amparo Zalve Polo
Texto de Amparo Zalve Polo
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