Un estrecho pasadizo a mitad de la calle Caballeros de
Valencia es la entrada habitual a la iglesia de San Nicolás, una de las más
antiguas de la ciudad, de las doce de reconquista erigidas a partir del año
1242.
Es impactante mirar al suelo a la entrada e ir subiendo poco a poco la visión hasta la bóveda para quedar extasiado ante la maravilla pictórica que en el siglo XVII realizó el pintor valenciano Dionisio Vidal, ayudado con diseños y consejos de Ángel Palomino, quien estaba pintando las bóvedas de la Basílica de la Virgen de los Desamparados y la de los Santos Juanes, estando éstos en fase de restauración o reconstrucción, según tramos, del que fue el mayor fresco del mundo, pero víctima de la guerra española 1936-1939. Afortunadamente San Nicolás tuvo más suerte, ya que los altares fueron destruidos, la iglesia transformada en garaje, pero las pinturas no sufrieron deterioros de importancia y ahora tras su limpieza podemos deleitarnos con su contemplación.
Es impactante mirar al suelo a la entrada e ir subiendo poco a poco la visión hasta la bóveda para quedar extasiado ante la maravilla pictórica que en el siglo XVII realizó el pintor valenciano Dionisio Vidal, ayudado con diseños y consejos de Ángel Palomino, quien estaba pintando las bóvedas de la Basílica de la Virgen de los Desamparados y la de los Santos Juanes, estando éstos en fase de restauración o reconstrucción, según tramos, del que fue el mayor fresco del mundo, pero víctima de la guerra española 1936-1939. Afortunadamente San Nicolás tuvo más suerte, ya que los altares fueron destruidos, la iglesia transformada en garaje, pero las pinturas no sufrieron deterioros de importancia y ahora tras su limpieza podemos deleitarnos con su contemplación.
Impacto visual de 1.904 metros cuadrados de bóveda,
nervaduras y columnas totalmente cubiertas de pinturas. De la austeridad gótica
cisterciense al abigarramiento decorativo barroco. Rara, pero magnífica
simbiosis. Y además fiel a la Contrarreforma, para impregnar a los fieles de
Historia Sagrada con imágenes en una época donde era muy bajo el porcentaje de
quienes sabían leer y escribir.
En el lado sur, el de la Epístola, consecutivamente, las
predicaciones, milagros y muerte de San Nicolás de Bari (Patana 270 – Mira
343), y en el norte, el del Evangelio, las de San Pedro Mártir (Verona 1205 –
Barlassina 1252) , confluyendo ambos en el cielo, en la bóveda del altar mayor,
rodeados por los doctores de la iglesia.
En el retablo del Altar Mayor las imágenes de los
mencionados santos, cotitulares de la parroquia, aunque popularmente San
Nicolás, la Glorificación de la Virgen y el Niño de Jacinto de Espinosa, y a
los lados los retablos de La Trinidad y San Miguel con obras, principalmente,
de Juan de Juanes.
Iglesia de una nave con techumbre de madera sustituida en el
siglo XV por bóveda gótica, y con decoración barroca añadida dos siglos después
por Juan Bautista Pérez Castiel, sin tapar las nervaduras góticas, que Dionisio
Vidal cubrió con frescos sobre la vida, virtudes y obras de los patronos cotitulares.
Sus contrafuertes albergan 10 huecos, cuatro en cada lado con altares, y dos
para la entrada de fieles y visitantes por las puertas norte, en la mencionada
calle Caballeros, y sur, en la plaza San Nicolás, ésta neogótica junto con el
paramento alzado en el siglo XIX. Sin
embargo, está fuera de uso la puerta gótica primitiva, con rosetón en la parte
superior y junto al campanario, en cuya base hay un retablo de azulejos
recordando que allí hubo un cementerio antes de la ampliación oeste de la nave
en el siglo XV.
En la quinta capilla de la derecha está el sepulcro del
Beato Gaspar Bono (1530-1606), bautizado en esa parroquia y a quien dedican
fiestas muy peculiares en la cercana calle Cañete, en el Barrio del Carmen, en
pleno centro histórico del cap i casal.
Santa Claus es San Nicolás de Bari, como también lo es Papá
Noel, cuya indumentaria actual es de 1931 promovida por una conocida empresa
internacional de refrescos, y ambos “dejan regalos” a los niños de muchos
países. Según una de las leyendas, en su juventud San Nicolás favoreció,
mediante dádivas anónimas, a un padre en la miseria para que sus tres hijas no
tuvieran que prostituirse.
La limpieza de los frescos, incluso utilizando
biotecnología, realizada bajo la dirección de la catedrática e investigadora
Pilar Roig Picaso, y adecuaciones arquitectónicas dirigidas por el arquitecto
Carlos Campos, tuvieron un coste de 4,7 millones de euros que asumió como
mecenazgo la Fundación Privada Hortensia Herrero. Trabajos en los que colaboró
Gianluigi Colalucci, restaurador de los frescos de Miguel Ángel en la Capilla
Sixtina.
Por sus oscuras pinturas, tras tres siglos de suciedad y
humos ciriales, la iglesia de San Nicolás sólo era importante a nivel de
creyentes, pero después de su limpieza y adecuación ha sido integrada en la
ruta de las maravillas pictóricas de València, llegando al medio millón de
visitantes este año en el acumulado desde el 2016.
Hay imágenes barrocas en las capillas laterales realizadas
por famosos imagineros y en la recoleta Sala Capitular, obras de arte,
principalmente pictóricas, con destacado protagonismo de la Última Cena del
pintor valenciano Juan de Juanes.
Adosada parcialmente a la fachada principal terminaron en
1760 la Capilla de la Comunión cuya decoración barroca fue restaurada en el año
2013.
(Estudio Sanchis 1901) año 2016
Visitas diarias, guiadas o por libre, mediante pago, excepto a las horas de culto en las que se puede entrar gratis pero sin poder filmar ni fotografiar, como también los lunes, día de peregrinación, sin hablar tanto a la ida como en el retorno a sus domicilios para quienes quieren pedir a San Judas Tadeo, el patrón de los imposibles, sobre salud y trabajo.
Una iglesia peculiar (Las Provincias 23-12-2018), ya que
cuando Alfonso de Borja fue nombrado pontífice como Calixto III no renunció a
ser rector y creó un capítulo de beneficiarios a los que instauró la figura del
vice-rector, hombre de confianza para gestionar el enclave.
San Nicolás, Monumento Histórico Artístico Nacional desde
1981, tuvo que esperar hasta el 2011 para cinco años de limpieza y
reparaciones.
Texto y foto actual de Esteban Gonzalo Rogel
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