jueves, 5 de diciembre de 2019

LA ANTIGUA PUBLICIDAD: EL REFLEJO DE LA SOCIEDAD VALENCIANA



 Los anuncios que publicitaban aquellas marcas nos retrotraen a una ciudad y a una sociedad muy diferente en el tiempo. Del diario local pasamos a los anuncios radiofónicos, y más tarde a la publicidad de la televisión en blanco y negro. Todos ellos iban formando parte de nuestro día a día y con sus canciones repetitivas no dejaban olvidar la marca.

 "¡ Novios!, si no tenéis dinero y pronto os queréis casar, Muebles Peris muy bonitos y a plazos los quiere dar".  O también este otro: "Lava, lava, lava solo con la lejía de los Tres Ramos, lava, lava con ese gran producto que es un primor".

Quedamos sorprendidos cuando miramos al pasado con ella. Era simple, pero lo que importaba era llegar al corazón y al bolsillo. Nos mostraba cómo éramos, cómo vestíamos, cómo fumábamos. No había estrategias como ahora, simplemente se dedicaban al anuncio del producto y esto no ocurriría hasta llegado los sesenta.

Veamos unos anuncios gráficos de aquellos tiempos donde en Valencia no había una gran cantidad de empresas o comercios de la misma gama y por tanto conocidos por la mayoría de la población. 

Óptica Panach: Fue la primera óptica que se abrió en la ciudad.

Fábrica de naipes Simeón Durá: Esta publicidad pertenece a la nueva sede de Arrancapinos 29 (Hoy Ángel Guimerá) en 1901. Tal fue su notoriedad que se convirtió en un gran exportador, sobre todo a países de América y a Francia.

Arroz SOS: Desde 1903 en la localidad valenciana de Algemesí. En 1912 a la venta a granel le introduce la venta de saquitos de tela de un kilo. “Si es SOS es bueno”, su emblema publicitario desde el comienzo.

Gaseosa La Flor de Valencia: Negocio llevado por dos hermanos, José y Miguel Zapater, que llegados de Chelva y tras comprar su padre un antiguo palacete en el número 13 de la avenida del Puerto, lo destinó a una fábrica de gaseosas.

Tal y como marcaba su botella, “achampañada”, para definir su sabor. Fueron los encargados del suministro de bebida, así como las cafeterías del campo de fútbol de Mestalla y de la Plaza de Toros.

Almacenes Los Sótanos: Ocupaban parte de un gran edificio de 1930, esquinero de la calle San Vicente y la Avenida María Cristina.

Cervezas El Águila: La fábrica en Valencia dio trabajo a muchas personas de El Cabanyal a partir de su inauguración en 1954. 

Lanas Aragón: De vendedor de trajes a medida en los mercados, pasando por vender calcetines a los soldados  en la Guerra Civil, instala un pequeño negocio en la calle Aragón, donde vende medias y madejas, dándole el nombre los clientes de Lanas Aragón, y así se quedó, y extendiéndose a los bajos contiguos de la calle Espartero creó su imperio.


Tantos y tantos comercios daban fe de sus productos con sus anuncios, que gracias a ellos, somos conocedores de su existencia, de la sociedad y de la forma de vender en aquellos tiempos.

Texto de Amparo Zalve Polo

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