Interior de su domicilio a principios siglo XX
III
Como coleccionista desde 1895, cuando adquirió sus primeros
azulejos, obtuvo gran notoriedad; "su verdadera vocación" que como
tal la definía.
A base de grandes sacrificios iba engrosando su colección, pues
él mismo decía "que derribaban una finca, y allá iba yo a comprar con mis
ahorros los azulejos del edificio". Estímulo que le surgió antes de
casarse con Amelia Cuñat en 1904 en su afán por decorar su domicilio, que se vio
acrecentado por la gran afición hacia la cerámica que tenía su esposa, cuya ayuda tanto iba a significar en el ámbito de sus muchas dedicaciones, al igual que en su vida social e institucional.
En 1909 la colección de cerámica de Manuel González Martí
era de gran volumen, siendo requerido para sus aportaciones en la Exposición
Regional y Nacional de Valencia. Becado por el Ministerio de Educación
Nacional, viajó a Italia en tres ocasiones para sus investigaciones en el campo
del azulejo.
Pocos años después colaboró activamente con Lo Rat Penat y en el Almanaque Las Provincias (1913) con sus apuntes sobre la cerámica vidriada valenciana, iniciando una larga contribución con la Escuela de Cerámica de Manises, de la que sería nombrado profesor y secretario en 1916, y más tarde director (1922/1947) -al sustituir a don Gregorio Muñoz Dueñas que se había incorporado a la Escuela de Cerámica de Madrid- donde desplegó una gran actividad para mayor prestigio de la Escuela, manteniendo al mismo tiempo una directa relación con el Ayuntamiento de Valencia, al que se ofrecía en su colaboración para los actos conmemorativos de relevancia ciudadana, al igual que a otras entidades, como lo fue al Convento de la Trinidad y a la Feria Muestrario Internacional de Valencia de 1936, a requerimiento de don José Grollo, presidente de su Comité Organizador.
Pocos años después colaboró activamente con Lo Rat Penat y en el Almanaque Las Provincias (1913) con sus apuntes sobre la cerámica vidriada valenciana, iniciando una larga contribución con la Escuela de Cerámica de Manises, de la que sería nombrado profesor y secretario en 1916, y más tarde director (1922/1947) -al sustituir a don Gregorio Muñoz Dueñas que se había incorporado a la Escuela de Cerámica de Madrid- donde desplegó una gran actividad para mayor prestigio de la Escuela, manteniendo al mismo tiempo una directa relación con el Ayuntamiento de Valencia, al que se ofrecía en su colaboración para los actos conmemorativos de relevancia ciudadana, al igual que a otras entidades, como lo fue al Convento de la Trinidad y a la Feria Muestrario Internacional de Valencia de 1936, a requerimiento de don José Grollo, presidente de su Comité Organizador.
Los años veinte y treinta, que habían sido para el
coleccionista González Martí de gran actividad investigadora, literaria, como
conferenciante y de colaboración en numerosas publicaciones, alcanzó gran
relieve en el mundo de la cerámica, y tuvo como premio que la Editorial Labor,
años después, le diera la oportunidad de la realización de su obra cumbre: "La
Cerámica del Levante Español, siglos medievales", publicada en tres tomos
entre 1944 y 1952.
Sus reconocimientos se vieron sobradamente certificados al
ser nombrado correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, investido también Caballero de la Orden de Alfonso XII, director del
Centro de Cultura Valenciana, y comisionado en 1922 por el Círculo de Bellas
Artes para organizar en Madrid una exposición junto a José Benlliure, José
Mateu, Ramón Stolz y otras personalidades del arte.
Fuente: 50 Años (1954-2004) Museo Nacional de Cerámica en el Palacio de Dos Aguas
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