Fachada Horno San Nicolás
En el número 5 de la plaza Horno de San Nicolás, hay un
bicentenario horno de barrio donde clientes asiduos, ocasionales y turistas se
encuentran con amplia oferta de clases de pan, variada pastelería, tartas,
galletas, pero con un denominador común, atención preferente y cariñosa a los
productos tradicionales valencianos: pasteles de boniato, tortas de pasas y
nueces, valencianas, rosquilletas, arnadí, panquemados, y empanadillas.
Un
horno que le dio nombre a la plaza, en el que también se pueden comprar
raciones de sabroso arroz al horno, pimientos rellenos, canelones y otros
condumios, y donde todavía los vecinos pueden llevar, como antes, calabazas,
cebollas, boniatos y pimientos para su asado. Trato directo en el barrio del
Mercat, en plena Ciutat Vella, en el horno más antiguo del cap i casal.
Un bonito rótulo cerámico en la fachada indica que fue
fundado en 1802, aunque el edificio actual es de 1920, y otro, con la imagen de
San Nicolás realizado con doce azulejos en 1883, embellece un lateral del
recoleto local donde atienden al público. Es el vestíbulo que antecede al
obrador y el horno de cocción donde están, quien lo regenta desde el año 2010,
Ramón Chinillach García, y sus especializados empleados.
Un horno sucesor del denominado de La Pietat del siglo
XVIII, que ya existía en el mencionado 1802 como San Nicolás y se anunciaba en
el Diario de Valencia, según documento copiado en el libro Comercios Históricos
de Valencia, que no desapareció cuando Antonio Ferrándiz, su propietario a
principios del siglo XX, se trasladó a la calle Guillem de Castro, ya que lo
adquirió Joaquín Alonso para continuar con el negocio panadero.
Después fue sucesivamente gestionado por José Bellver
Alonso, Manuel Jardí y Juan Descalzo, hasta que en el año 2010 tomó el relevo
Ramón Chinillach García, maestro panadero de Paterna, a quien le ayuda su hija
Vanessa.
Gestión a la que ha añadido desde finales del año pasado la
del Horno de La Cadena, que está en el número 8 de la plaza de Mosén Sorell, en
el barrio del Carmen.
Texto y fotos de Esteban Gonzalo Rogel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario