En plena Guerra de la Independencia, en 1812, el guerrillero
de Sagunto José Romeu y Parras fue capturado por las tropas francesas gracias
a un “chivatazo” que facilitó su
localización, para ser ejecutado en la misma plaza del Mercado de Valencia el 12
de junio de ese año.
Había adquirido gran notoriedad desde el primer momento de
la invasión francesa en 1808, cuando se puso al frente de una milicia que llegó alcanzar unos 2000 campesinos que fustigaban a las tropas de Napoleón; y no sólo en
la región valenciana, sino dirigiéndose a la capital madrileña en su defensa.
Su afán por combatir al francés fue reconocido con su
ascenso a capitán de granaderos, estando al mando de las milicias de Cheste y
Chiva.
Durante estos años fue una pesadilla para los franceses, con
sus constantes escaramuzas, que hizo pensar al Mariscal Suchet, que había
tomado el cap i casal en 1812 y mediante artimañas, ganarlo para sus filas.
- José Romeu no aceptó el invite, reforzando aún más su ideal de hostigar a los franceses, hasta que un “traidor” lo delató y fue detenido en la localidad de Sot de Chera para su traslado a Valencia y su ejecución.
La placa sobre la fachada de la Lonja, colocada cuando se cumplían
100 años de su ejecución, nos recuerda al “Héroe Romeu”, auténtica pesadilla
para el invasor.
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