Una gran puerta de madera es la entrada a la tienda que
antecede al taller de orfebrería que montaron en 1948 Antonio Piró García y
José Bonacho en el bajo del número 23 de la calle Na Jordana, que actualmente
gestiona la tercera generación.
Antonio Piró Garcia, uno de los siete hijos de un zapatero,
entró como aprendiz del orfebre Agustín Devesa Olmos, y con los conocimientos
suficientes empezó a realizar obras con amigos en el Patronato de la Juventud
Obrera, donde el Padre Basté les dejó un local. En 1924 Antonio Piró y su amigo
José Bonacho se establecieron en la calle Salinas esquina con la de Caballeros,
con traslado posterior a la calle En Borrás y ubicación definitiva en la
mencionada Na Jordana. Tres sitios sin salir del Barrio del Carmen.
Antonio Piró López y su hijo Gabriel - 2019
Actualmente el taller artesano está gestionado por María
José Piró Mascarell y sus hermanos Pablo Luis, Gabriel y Vicente, hijos de
Antonio Piró López, quien se jubiló en el 2012, y nietos del fundador de la
saga artesana. El quinto hijo, Fernando, montó en Zaragoza un taller de joyería
y orfebrería.
El padre supervisando como cincela su hijo Gabriel - 2019
Antonio Piró López dejó la actividad laboral pero continúa
como organista de la iglesia de San Juan y San Vicente.
Piró Orfebres es una firma muy acreditada en la fabricación,
reparación y restauración de orfebrería religiosa y artículos para el culto,
que le da mucha prestancia al Barrio del Carmen.
Gabriel con su padre en el taller - 2019
Han sabido adaptarse a las tendencias artísticas y gustos
actuales y son famosos por sus reproducciones del Santo Cáliz
Texto y fotos de Esteban Gonzalo Rogel
No hay comentarios:
Publicar un comentario