Foto autor desconocido, 1950. Coche 501 en pruebas.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS
En el año 1950 la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de
Valencia (CTFV) se saca de la manga una
patente italiana que compró quince años atrás, en 1935 y procede a encargar de
acuerdo con ella a Talleres Devís, luego Macosa, la realización de un nuevo modelo
de coche motor a base de unir dos coches de la serie 100 mediante fuelles a
través de un cuerpo intermedio, dejando un largo coche doble articulado. La
realización consiste en eliminar una de las plataformas en cada coche 100 y
añadir el cuerpo intermedio, su resultado práctico foto,
tomada del libro De Devís a Vossloh.
Comprobamos que se ha transformado en un coche cerrado de
tres cuerpos, dotado de puertas solamente en el lateral derecho, con una fila
de asientos en cada lateral. Lleva compresor de aire auxiliar con lo que se
maneja y mejora el frenado y también la apertura y cierre de las puertas, en
este caso las tres a la derecha de la marcha, dos de salida y una de entrada,
la trasera. Conductor y cobrador pueden sentarse como en los coches tipo 400.
Denota gran capacidad.
Su utilización en CTFV fue exclusivamente en la línea nº 7
Ruzafa-Mislata, excepto algunos domingos con partido de futbol del Valencia
club de fútbol en su campo de Mestalla, ya que por su gran capacidad se les
pasaba a la línea nº 8 Gran Vía-Alameda para reforzar a los coches 400
habituales en la línea. Dado el éxito de la unidad de pruebas se construyeron
dos conjuntos más, en total hubo rodando tres unidades en la línea nº 7, las
501, 502 y 503.
Coche 501 proveniente de Mislata ante el Mercado Central,
ca. 1955.
Foto autor desconocido. Remember-València, pg 425.
Coche 502 viene de Ruzafa, en Pl. Ayuntamiento, ca. 1950.
Se
ven las tres puertas. Foto Peter Willen.
Finalmentee tenemos una foto de un coche 500 en una de las
tres únicas paradas en las que debido a la ausencia de puertas en la parte
izquierda los pasajeros deben montar y apearse por la parte de la calzada.
Estamos en la calle Xàtiva, otra de las paradas era una de
las fundamentales de la línea, nada más y nada menos que la parada del Mercado Central, frente a su puerta
principal, ante la Lonja y la última era en su corto paso por Mislata en la
calle Valencia. Imaginemos en la actualidad esa posible realidad, ni con tres
guardias urbanos se podría bajar o esperar en medio de la calle para acceder al
tranvía. Eran otros tiempos, y los conductores automóviles de entonces
colaboraban con los usuarios del tranvía.
Texto de Enrique Goñi Igual
Soy de esa generación que nació con los tranvías, los vivió muy de cerca y hoy los echo de menos, hasta el punto que desde hace años el sentimiento hacia esos tranvías, me ha llevado a reproducirlos en escala G y a mejorar esas reproducciones. Lo que no puedo entender, es que no haya alguien en la clase política que se haya preocupado por recuperar, restaurar y exhibir en un museo lo que es patrimonio de todos los valencianos. ¿Que ha pasado? ¿Por que se restauran tranvías antiguos y no se exhiben? Estoy hablando de restauraciones de mas de 30 años, que en su día ví en la actual cochera de tranvías. Ahí dejo esa reflexión.
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