1675 - El río Turia y la muralla cristiana han sido los fundamentos
más sólidos para otorgar a la ciudad de Valencia una personalidad única. Un
cauce fluvial de dos brazos que acunaba un trozo de tierra en cuyo centro se
fundó la urbe romana y que con la construcción del cerco árabe del siglo XI, el
río Turia conducía sus aguas por uno solo: el principal de ellos. Mediado el siglo XIV y con el nuevo
amurallamiento de la ciudad, a inicios de la siguiente centuria, se creó la
Fábrica de Murs i Valls encargada del mantenimiento de la muralla, de sus
fosos, de la construcción de puentes sobre el río y de su mantenimiento, así
como de la conservación de los valladares y de los caminos reales que llegaban
a la ciudad.
De todo ello, el jurista Josep LLeo y en lengua valenciana, nos documenta en su libro con el largo titulo “De la institució, govern politich, y juridich, costums y observancies de la fabrica vella, dita de MURS E VALLS, y nova, dita del Riu.”
Josep Llop era doctor en Derecho Civil y Derecho Canónico,
catedrático de griego en la Universidad de Valencia, asesor jurídico de la
Generalidad, fiscal del Tribunal de la Santa Cruzada y de la Real Visita, el
más antiguo de los abogados valencianos, y que, curiosamente, también fue
obrero de la fábrica de Murs i Valls.
En su recuerdo, y curiosamente de su padre Teodoro LLop, nos
queda la calle de En LLop, ya mencionada en una providencia del Mustasaf de
1693.
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