sábado, 10 de noviembre de 2018

EL PORTAL DE SANT VIÇENT

1704 - Plano de Tosca

Las epidemias de peste sobre la ciudad habían sido muy frecuentes desde tiempos remotos y en la que sufrió Valencia cuando terminaba el año 1648 superaron el número de 2000 las víctimas que por su azote se venían repitiendo. No fue así unas décadas después, cuando la epidemia corrió por la provincia en 1677, pero sin penetrar en el interior del cap i casal.

Ello hizo en aquel año, por acuerdo de los Jurados, que en la puerta conocida como la de San Vicente se colocara la efigie del santo en el lado que mira hacia las afueras de la ciudad. Puerta que debía su nombre por abrir el camino que conducía al Monasterio de la Roqueta.

Para mayor honra y agradecimiento al santo mártir, se mostraba con una espada desenvainada en su mano derecha, mientras que su  izquierda descansaba sobre el escudo de armas de Valencia. De esta guisa se representaba como el defensor de la ciudad del mal de la peste que había prendido en otros lugares, como garantía a su vez para evitar otros futuros.

Puerta medieval que seria derribada en 1830 con la construcción de una nueva puerta en la que se situó a san Vicente Ferrer en su parte exterior, mientras que la del mártir lo hacia mirando al interior de la ciudad, estatuas ejecutadas por Carlos José Cloostermans, y que en la actualidad están instaladas en la plaza de Tetuán, la del dominico y en la calle Ermita la del Mártir.

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