lunes, 15 de octubre de 2018

ELS GUARDACANTONS


Archivo Municipal 

La Valencia musulmana había dejado en la ciudad una retícula urbana de calles muy estrechas que se mantendría por muchos años. Como era uso, en mayor grado en la zona intramuros del cerco árabe, que en sus tiempos el paso se limitaba tan sólo a las personas, en una ciudad densamente poblada, habitada mediante casas bajas de modesta apariencia, agolpadas en calles tortuosas y sombrías,  cruzadas en ocasiones por callejas sin salida, con cobertizos y bóvedas sobrepuestas, sin que se guardase ninguna ordenación viaria.

Con el paso del tiempo, ya con la muralla cristiana, la Valencia agraria obligó al ensanchamiento de sus callejuelas para el paso de los carros, pero poco más. Tras su esponjamiento, también en el interior del antiguo cerco musulmán, su retícula mantenía su impronta a base de callejuelas cuyas esquinas resultaban dañadas por el paso de los carros con mucha frecuencia.

Para su protección se colocaron "els guardacantons" que se mantuvieron hasta muy avanzado el siglo XVIII.

Fue el alcalde de barrio Sr. Fos cuando en 1780 dictó la reforma urbana que obligaba a la eliminación de los mojones en las esquinas de ciertas calles para permitir el paso de los carruajes, facilitando su tránsito mediante el limado de las esquinas para facilitar aún más los giros.

Como testimonio de aquella práctica solución, en la actualidad, aún se pueden observar los limados en algunas callejuelas del Barrio del Carmen, tal y como podemos contemplar en las fotografías del Archivo Municipal, próximas al Portal de la Valldigna, con una de sus esquinas a la calle Frígola que se corresponde con la de una manzana de los años cuarenta ya desaparecida.

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