Dibujo de José Cozar
Reflexiones sobre el conjunto - Y IV.
El núcleo donde se gestó Benicalap está en este espacio. La
alquería se remonta a épocas del siglo XV. Alrededor de ella aparecen la del Rull, menos antigua y la alquería de San Joaquín de época más
reciente. El horno de Canya. Pero es de destacar que la antigua iglesia,
llamada la "iglesieta" y que dependía de la colegiata de Sant Bertomeu en la calle
de Serranos -hoy tan solo queda el campanario- estaba en ese espacio así como
el cementerio antiguo ubicado a continuación de la alquería del Rull al lado de
la iglesieta.
Ahora bien, volviendo a la antigua plaza de Benicalap. Tanto
en la derecha como en la izquierda los edificios que la formaban eran caserones
que delataban un mismo origen, si bien a la lo largo del tiempo habían
desajustes y arreglos en las fachadas y casas que cada propietario había
acoplado según recursos y necesidades.
Recuerdo la casa de
los Miralles –enfrentaba con el centro de la plaza- con un arco de ladrillos
morunos en la puerta principal, siguiendo el estilo de la alquería de la
Retora- y dos pretiles de piedra que encauzaban la entrada de los carros para evitar dañar las paredes de la puerta al
atravesar la casa y descargar en un gran corral. El suelo lo formaban
guijarros. En la fachada había tres ventanas con rejas forjadas, manteniendo en
la parte alta el espacio de la andana. El corral tenia cerdos, ovejas, establo para la
caballeriza y un espacio donde se guardaban
los aperos de uso diario. Esto estaba adjunto a la alquería principal que era
la de la Retora.
Es de destacar dos “carrerones estrechos” que envolvían la
alquería. Esto hace pensar que la estrechez de estas callejuelas tenía un
origen en la época donde se construyeron las primeras edificaciones.
En el “carrerón” por donde se pasaba al Portalet, las casas
en su parte eran de una sola planta con patio interior. A su izquierda, un gran
tramo era fachada con los Miralles y
había una vivienda que era un espacio aprovechado de la alquería. El otro
carrerón era más estrecho. Recuerdo que había dos viviendas, un apéndice de la
alquería y la otra parte de un edificio de la Plaza de Benicalap.
Texto de Eduardo Donderis Folgado
Texto de Eduardo Donderis Folgado
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