domingo, 1 de julio de 2018

LAS PASARELAS DE LA AVENIDA DEL CID - 1971/2018

Foto de Esteban Gonzalo - 2017

El 19 de enero de 1972 el Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Fernández de la Mora, acompañado del Doctor López Rosat, Alcalde de Valencia, y otras personalidades, inauguraron las recién terminadas obras de desdoblamiento y pavimentación del acceso de la carretera N-III procedente de Madrid, antes avenida de Castilla y desde entonces del Cid. Fue una de las obras incluidas en la primera fase de la red arterial de Valencia, aprobada el 10 de octubre de 1966, y tuvo un coste de más de 145 millones de pesetas.

Para agilizar la circulación y evitar accidentes construyeron en 1971 seis pasarelas de hormigón, con escaleras y rampas en cada extremo, una entre los términos municipales de Mislata y Xirivella y las restantes en el de Valencia, éstas en parte desmontadas y en parte derruidas entre los días 24 de enero y 7 de febrero último. Ha quedado la que está entre los municipios citados y muy cerca del puente de la A-3 sobre el nuevo cauce del río Turia, ya que ambos consistorios se han opuesto a su desmantelamiento al estar ubicada en un lugar muy peligroso, con tres carriles en rampa y otros tantos en pendiente, con el añadido de los enlaces con la V-30. Se ha salvado la pasarela elegida por las autoridades para inaugurar las obras, ya que les ofrecía amplias panorámicas hacia el puente y hacia la avenida de 90 metros de amplitud.

No obstante, como una de las críticas hacia las pasarelas que había en Valencia era el excesivo declive de sus rampas, del 25%, para su utilización por personas con movilidad reducida, cochecitos de inválidos, de niños y carritos de la compra, sería buena solución que alargaran las de la superviviente para que al disminuir el declive sea más accesible para todos.

Pasarela superviviente 
Foto de Esteban Gonzalo - 2018 

En cuanto a las de Valencia el tiempo nos dirá si ha sido acertada o errónea la decisión de suprimir las pasarelas en lugar de alargar las rampas, aduciendo mejor accesibilidad para los peatones y personas con poca movilidad, así como civilizar como calle lo que estaba como autovía, ya que la solución mediante pasos bajo la calzada no son convenientes por razones de seguridad ciudadana.

Esta avenida y las de Aragón y Ausias March, eran rutas de paso por Valencia de todo tipo de vehículos antes de existir variantes que les quitaran ese cometido. Por ello las adaptaron para acelerar la circulación.

La avenida del Cid comenzó con 20.000 circulaciones diarias y previsión de alcanzar en poco tiempo los 35.000, pero llegó a los 70.000 y actualmente son más de noventa mil, a pesar del bypass y la V-30, al no existir un eficaz y coordinado sistema de transportes en núcleos urbanos, urbanizaciones y polígonos industriales del área metropolitana de Valencia y municipios de las comarcas de la Hoya de Buñol y Requena-Utiel, que obliga a la utilización del vehículo privado.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

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