Archivo Municipal
1924 - Con motivo de la Coronación de la Virgen de los Desamparados
en el mes de mayo de 1923, con la visita al acto de los Reyes de España, la
vieja marquesina del Teatro Principal de 1854 fue eliminada, al tiempo que su fachada
fue objeto de la necesaria limpieza. Por la calle de las Barcas tuvo lugar en
aquella fecha una procesión, y sea por su desaliño o quizás que por su volumen
ocultara el paso a los asistentes, motivaron su sustitución por otra más
sencilla, que a poco tiempo de su instalación, ya era objeto de crítica. Aunque en un principio la intención era la de restituir la antigua una vez sacado el lustre de antaño.
Marquesina, la antigua, que hacia juego en sus tres cuerpos, mientras que la nueva rompía la uniformidad de siempre, por lo que entre otros motivos fue objeto de críticas.
Marquesina, la antigua, que hacia juego en sus tres cuerpos, mientras que la nueva rompía la uniformidad de siempre, por lo que entre otros motivos fue objeto de críticas.
Así fue en febrero de 1924 que en una carta al director de las Provincias, un curioso lector denunciaba como defecto que la nueva marquesina "corta las puertas por el arranque de los arcos y descompone la fachada", y pese a ello, decía, podría subsanarse si también se modificasen a su semejanza las marquesinas de las taquillas y la contaduría. Algo no encajaba en su crítica, pero donde más hincapié hacia era en los tirantes que la sostenían: "un gran ataque a la estética...que causan un efecto deplorable".
"Es posible que sean necesarios para respetar la ley de la gravedad, pero en eso precisamente consiste el arte: en salvar los escollos que atentan a la estética".
Terminaba en su carta con un alegato a la necesidad de dar fin a la fealdad de la marquesina situada en "un teatro, templo del arte... que perteneciendo a una corporación oficial, es de un efecto desconsolador".
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