Archivo Municipal
1955 Ca. - Los Jardines del Real, de siempre, han sido, como no se podría entender
su ausencia, lugar de fuentes, de agua en fin. Desde el siglo XI, cuando
Abd-al-Aziz construyó en la zona su “casa de campo” -como Rahal se conocía en
árabe, y de su derivación el actual nombre “del Real”- la imaginamos viendo
correr el agua en todas direcciones, con sus azarbes que tomaban el agua del
Turia y de sus acequias.
Agua que en la actualidad da vida a fuentes que refrescan desde a una
dama ibérica hasta dioses paganos, o se entretiene ante las aguadoras de
Octavio Vicent. Y a la sazón, llena el estanque donde los patos desfilan ante su público.
Agua que justifica la alberca en cuyo centro surge la piedra con distintos
fines, como lo es el ornamental, principalmente. Útil también para el monumento en homenaje al ilustre que se completa con una pequeña fuente.
Y fuentes para beber, siendo la que nos muestra la foto las más
entrañable y recurrida. Si un jardín hace volar nuestra imaginación, la desatamos en su recreación ante el enano de luengas barbas en un espacio coral donde los pétreos y graciosos peces animan a tan rechoncha faz a escupir el agua en su perpetua y frágil melodía, navegando hacia nuestros años de juventud.
!Feliz año nuevo !
!Feliz año nuevo !
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